Coatzacoalcos | 2023-01-21
"Cuenta una leyenda que había tres hombres que viajaban por la vida cargando cada uno de ellos cargando dos sacos, uno al frente y otro a sus espaldas. Alguien se les acercó y le preguntó al primero de ellos que qué había en sus sacos, él dijo: "Todo lo bueno que me han dado mis amigos se halla en el saco de atrás, ahí fuera de la vista, y al poco tiempo olvidado".
El saco de enfrente contiene todas las cosas desagradables que me han acontecido, y en mi andar, me detengo con frecuencia, saco todas esas cosas y las examino desde todos los ángulos posibles. Me concentro en ellas y las estudio y de esa manera dirijo todos mis pensamientos y sentimientos hacia ellas.
Como resultado, este hombre que interrumpía su camino para reflexionar en las cosas pasadas, lograba avanzar muy poco. Cuando al segundo hombre se le hizo la misma pregunta respondió: "En el saco de enfrente se encuentran todas las buenas acciones que he hecho.
Las llevo delante de mí y continuamente las saco y las exhibo para que todo el mundo las vea. Mientras el saco que llevo atrás contiene todos mis errores. Los llevo conmigo a donde quiera que voy. Es mucho lo que pesan y no me permiten avanzar con rapidez, pero por alguna razón, no puedo desprenderme de ellos".
Al preguntarle al tercer hombre sobre sus sacos, este respondió: "El saco que llevo al frente, está lleno de maravillosos pensamientos acerca de la gente, los actos bondadosos que han realizado y todo cuanto de bueno he tenido en mi vida.
Es un saco muy grande y está lleno, pero no pesa mucho. Su peso es como las velas de un barco, lejos de ser una carga me ayudan a avanzar. Por su parte, el saco que llevo a mis espaldas está vacío, pues le he hecho un gran orificio en el fondo.
En ese puse todo lo malo que escuché de los demás, así como todo lo malo que a veces pienso acerca de mí mismo. Esas cosas se fueron saliendo por el agujero y se perdieron para siempre, de modo que ya no hay peso que me haga más penoso el trayecto".
¡Cómo nos agobia el peso de todo lo que llevamos sobre nuestra espalda! Pensamientos negativos, rencores, temores y ansiedades. Son como un pesado bulto que cargamos en nuestra jornada de vida, que nos hace tanto daño y no nos permite avanzar. Nos cuesta tanto deshacernos de aquello que nos estorba y nos causa sufrimiento y dolor.
Sufrimos por heridas del pasado que nos han ocasionado, incluso muchos de nuestros seres amados y eso nos aflige.
Sin embargo, los seres humanos tenemos la capacidad, que Dios nos ha dado, para vivir libres de toda carga. Bien podemos enfocarnos en guiar nuestros pensamientos transformándolos en pensamientos positivos.
Eso no dará paz y veremos todo de una manera distinta.