Veracruz | 2023-05-18
Raúl Rosas Reyes decidió detenerse en una tienda cuando cruzaba por la autopista 150D, en el tramo del municipio de Ixtaczoquitlán, sin imaginar que el punto que había escogido para estirar las piernas sería el menos indicado; en ese lugar fue extorsionado y golpeado por policías municipales.
Por su oficio como operador de transporte de carga, sabe de antemano que la autopista Orizaba-Puebla se encuentra marcada como uno de los focos rojos por el número de asaltos a camioneros y accidentes que son provocados por rapiñeros en ciertos tramos, pero la patrulla detenida le dio confianza, pasaría unos minutos y continuaría su camino.
Cuando terminó de comprar y regresaba al tráiler cuenta que dos supuestos policías municipales de Ixtaczoquitlán lo interceptaron y casi de inmediato lo inmovilizaron; lo acusaron de tener una actitud sospechosa. Dice que no le dieron oportunidad de identificarse, menos de llamar para consultar a un abogado o avisar a su familia.
Fue golpeado por quien se identificó como el comandante del grupo y solo después de varias amenazas e insultos, accedieron a dejar que siguiera su camino, no sin antes dejar todo el dinero que traía consigo en ese momento, mil 500 pesos.
El caso de Raúl no es un hecho aislado, en el análisis "Robo de Carga México Carreteras Federales", elaborado por la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), muestra que entre enero y noviembre del 2022 se registraron 182 robos en cuatro carreteras del estado de Veracruz a vehículos de carga.
Las carreteras con la mayor incidencia de asaltos fue la 150 D, la autopista Orizaba-Puebla, que comunica al estado de Veracruz con la Ciudad de México, en donde ocurrieron 111 robos en el periodo mencionado, y en donde fue extorsionado por supuestos policías Raúl.
Apenas en abril pasado, un informe publicado por Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED), un organismo no gubernamental de los Estados Unidos, especializado en temas de seguridad, mostraba que, en el robo a transporte y extorsiones en la región entre Orizaba y Puebla, se encontraban controladas por el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
La extorsión que sufrió Raúl Rosas Reyes ocurrió el 10 de mayo, desde entonces no encuentra a alguna autoridad que lo tome en serio para levantar su denuncia y la desconfianza en las instituciones lo hizo desistir de esa idea.
Su caso, no solo muestra la falta de interés de autoridades del gobierno de Veracruz al grave problema de inseguridad que persiste en las carreteras del estado, exhibido en datos estadísticos y en testimonios como el de Raúl, también deja ver el desdén que existe de los empresarios transportistas y de los líderes sindicales al trabajo de los operadores del transporte de carga.
Un ejemplo: Este 16 de mayo, fueron los traileros quienes tomaron el acceso al puerto de Veracruz por las fallas en la Aduana Nacional dentro del recinto portuario y las afectaciones que les causaban, como esperar más de 12 horas sin acceso a baños o alimentos. Muchos afirman que la protesta fue iniciada por los intereses de sus dirigentes, motivados al mismo tiempo por empresarios del ramo, y fue suficiente para doblegar a la autoridad portuaria.
Pero, si existe interés real hacía el bienestar y seguridad operadores de los camiones de carga, se esperaría que el mismo empeño que imprimieron para exhibir a la Administración del Sistema Portuario Nacional de Veracruz y la Aduana Nacional, se use para mostrar la realidad en carreteras de Veracruz, en donde el riesgo es mayor que al vivido dentro del recinto portuario y no que usen a los trabajadores del sector como moneda de cambio o carne de cañón.
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