Enfrentando adversidades

Momento reflexivo; Enfrentando adversidades

Coatzacoalcos | 2023-08-07

Vivir en este mundo implica que tenemos que enfrentar día a día los desafíos que se nos presentan. ¿Quién no ha pasado en algún momento de su vida por alguna adversidad? Puede ser la pérdida de un ser amado, una separación, un despido inesperado, etc....

Todas estas situaciones nos agobian y nos parece que nunca saldremos de ellas. Por muy fuertes que seamos, cada desafío nos pondrá al borde de la desesperación y hará mella en nosotros. Nos llegaremos a sentir como en un callejón sin salida en el que nos vamos a perder.

Muchas veces, cuando nos encontramos en estas circunstancias hemos visto que perdemos el apoyo de nuestra familia. ¿Y que decir de los amigos? Muchos se alejan y eso nos hace experimentar un terrible vacío, pues entendemos que hemos de enfrentar solos nuestros problemas.

Si no fuera porque ante esas circunstancias muchos buscamos aferramos a Dios, quien sabe qué pasaría.

Quizá porque en muchas ocasiones me tocó experimentar situaciones adversas sé todo lo que se siente, y es muy triste ver como aquellos que se decían "amigos", nos dieron la espalda. Las Sagradas Escrituras dicen: "Un amigo es más que un hermano en tiempo de angustia". Gracias a Dios que en nuestros peores momentos o crisis podemos conocer a los verdaderos amigos.

Es en esos momentos difíciles donde sentimos que Dios está con nosotros. Él nunca nos abandona y nos saca del pozo de la desesperación para que resurjamos como el ave fénix. Solo que al salir debemos hacerlo renovados. Ya no vamos a ser los mismos. Debemos tener un cambio de actitud.

No vamos a seguir rumiando el pasado, tenemos que ver hacia adelante y solo recordar el pasado para agradecer a Dios cada experiencia que nos ha dejado grandes lecciones y que hoy nos hacen vivir diferente.

La vida es acerca de hacer decisiones. Algunas veces tomamos buenas decisiones, pero otras veces hacemos decisiones equivocadas que nos ponen en situaciones desesperantes y complicadas. Es por eso que debemos analizarlas y aprender, para no volver a caer en ellas.

Demostremos a aquellos que en algún momento nos juzgaron mal, que como las palmeras que se doblan con los vendavales estamos erguidos nuevamente, porque Dios nos ha levantado y estamos de pie.

Esto no quiere decir que no volveremos a enfrentar una adversidad a lo largo de nuestra vida, pues seguramente seguiremos tomando decisiones equivocadas. Sin embargo, a pesar de nuestros desaciertos, estamos seguros de que siempre habrá una manera de salir adelante.

Después de la tormenta siempre llega la calma y no tenemos nada que temer. Hay que tener siempre la actitud de un triunfador y no dejarse derrotar fácilmente. Una persona triunfadora no es quien posee dinero, fama o muchos bienes materiales, sino aquel que pese a sus errores y adversidades ha mantenido una actitud positiva y ha salido adelante.

¿Estamos atravesando por algún problema?

No somos los únicos, pero no debemos olvidar que contamos con la ayuda de Dios para salir adelante de cualquier adversidad. Recordemos que todo es temporal y todo pasa. Vivamos cada día con fe y esperanza.

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