El T-MEC y el capítulo ambiental

Veracruz | 2021-02-06 | Enrique Haro Belchez

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá o T-MEC, es el nuevo acuerdo comercial que sustituye al TLCAN, el cual entró en vigor el 1 de julio del año pasado.

Los principales ejes negociados por parte de México fueron: Fortalecer la competitividad de América del Norte; avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable; aprovechar las oportunidades de la economía del siglo XXI y promover la certidumbre del comercio y las inversiones en América del Norte.

En el capítulo 24 del documento se refiere al medio ambiente, sus objetivos generales, entre otros, hacen mención a la promoción de altos niveles de protección ambiental y una aplicación efectiva de las leyes ambientales, reconociendo a cada parte su derecho soberano a establecer “sus niveles de protección ambiental y sus propias prioridades ambientales”; destacando los temas de interés de México en materia ambiental, tales como el uso sostenible de la diversidad biológica, el combate al tráfico de especies de flora y fauna silvestres, y la calidad del aire; así como asegurar la continuidad del esquema institucional, del mecanismo de participación pública y la cooperación regional que las autoridades de América del Norte han desarrollado en el marco de la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte.

El T-MEC es una oportunidad para México si el compromiso con el apartado ambiental es real y se actúa en su cumplimiento, de lo contrario, las omisiones del Estado Mexicano dejarán desastrosas consecuencias comerciales.

Uno de los contenidos relevantes son las peticiones relativas a la aplicación de la legislación ambiental que establece la posibilidad para cualquier persona, de cualquiera de las partes, de poder presentar una petición que asevere que la otra parte está incurriendo en omisiones en la aplicación efectiva de las leyes ambientales, y por tanto  tales peticiones se presentarán en el Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental, quien podrá integrar un expediente de hechos sobre el cual el Comité de Medio Ambiente será capaz de emitir recomendaciones al Consejo.

En cuanto a energía y medio ambiente, es muy probable que México se vea presionado para promover una transición energética y brindar seguridad jurídica. Es muy probable que la presión venga por Estados Unidos, pero principalmente de Canadá. Por lo que se deduce un seguimiento a la supervisión de la producción de empresas de acuerdo a estándares ambientales.

México tendrá una fuerte prueba por la política energética que intenta desarrollar. Ya se acumulan quejas por incumplimientos en las reglas energéticas, por lo que en materia ambiental el T-MEC pudiera ser más litigioso que productivo.

De especial relevancia en su contenido del T-MEC, en el ya citado capítulo 24, lo son la necesidad de contar con procedimientos de evaluación de impacto ambiental adecuados, la protección de la capa de ozono, la protección al medio marino de la contaminación de barcos, la reducción de la contaminación del aire, la eliminación de basura de las aguas marinas (que incluye el plástico), el fortalecimiento de la responsabilidad social corporativa, la eliminación de la pesca ilegal, el comercio ilegal de la flora y fauna, la tala ilegal, que impide, entre otras cosas, un manejo forestal adecuado, la conservación de especies marinas. etcétera, temas que no estamos cumpliendo como se debiera, por ausencia de políticas públicas de largo plazo y el debilitamiento de las instituciones encargadas al cuidado del medio ambiente.

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