El Fuerte de “San Felipe”

Relato de viaje; El Fuerte de “San Felipe”

Coatzacoalcos | 2023-08-09

En un reciente paseo por la calurosa costa quintanarroense, tuvimos ocasión de conocer una construcción de la época colonial, diseñada por el italiano Juan Podio, e iniciada en 1725 y concluida al cabo de ocho años.

Como un trazado defensivo frente al atraco de los marinos saqueadores de preferencia ingleses, franceses u holandeses, que merodeaban toda esa parte dedicados a la explotación del palo de tinte y teniendo además el control de su tráfico hacia el Viejo Continente.

Introduciéndose tierra adentro en barco a través de los canales abiertos que conducen frente a la antigua población Bakhalal de origen prehispánico y situada al sur del otrora territorio federal, cuya edificación ha tenido diferentes usos de carácter militar.

Dicha fortificación de San Felipe que el 21 de febrero en 1858 fuera tomada por los nativos insurrectos, durante la guerra de castas, y tiempo después, ya en 1938, rehabilitándose por un oficial de la Defensa Nacional, ahora se halla convertida desde 1965 en una interesante sala de exposición.

Cuyo concepto museográfico, al reinaugurársele en 1982, estaría a cargo de Jorge Agostoni con la exhibición de vestigios arqueológicos, objetos de la etapa virreinal como armas de fuego, municiones y utensilios del uso cotidiano, así como planos, mapas y cédulas informativas, etc.; engalanado ello con el gran mural del maestro Elio Carmichael.

Pero lo más sorprendente sería, ya casi para concluir nuestra breve visita al ‘pueblo mágico’ de Bacalar, el poder constatar la deslumbrante e inimaginable belleza natural de la extensa laguna llamada “de siete colores” que, a lo largo de casi 50 kilómetros baña el mediodía de Quintana Roo.

Con la placidez de sus transparentes aguas azules en alternadas tonalidades y teniendo de fondo el cielo plumbago estampado de pasajeras nubes blancas; todo lo cual le brinda solaz al espectador, no solo a través de la vista instantánea sino también un remanso de tranquilidad al alma, aun cuando estábamos bajo los rayos del candente sol imperante.

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