Coatzacoalcos | 2023-05-12
Afectuosamente lo invito a nuestras reuniones Dominicales a las 11.30 o 6.30 en la Iglesia Cristiana Bíblica AGAPE de La Llave 1002 casi esquina con Aldama.
Los ornitólogos son personas que se especializan en el estudio de las aves. Dicen que el Cisne, ésa ave majestuosa y bella, emite siempre un sonido un tanto áspero y carente de gracia: un simple graznido. Pero cuando presiente su muerte y ella está próxima entona un suave canto que presagia su fin.
Es muy conocida la frase "El canto del cisne" para referirse a algo bello que se hace en el momento en que la muerte se acerca a las personas.
Con toda reverencia pues le profeso un profundo respeto, quisiera llamar al Rey David "El Cisne de Dios".
La razón es sencilla pues éste que fue llamado "El dulce cantor de Israel" y que compuso muchos y bellísimos cantos compilados en el Libro de Los Salmos, cuando sintió que su muerte estaba por llegar, entonó un Cántico de Acción de Gracias al Señor por la Liberación y Protección que siempre le había dado de todos sus enemigos, desde el gigante Goliath hasta el fin de sus días.
Todo el Canto es una Oda a Aquel que siempre le guardó, bendijo y prosperó y le recomiendo que se deleite en su lectura pues aparece en II de Samuel 22 correspondiendo al Salmo 18.
Hoy, amable lector, quisiera centrarme en una frase muy especial, elevada y consoladora que aparece en el versículo 29: "TU ERES MI LAMPARA, OH, JEHOVA: TU ILUMINAS MIS TINIEBLAS".
A la vez es necesario haber comprobado que en los momentos duros y de obscuridad Dios alumbra nuestra vida. David podía declararlo así pues en sus luchas, pruebas y peligros siempre contó con La Ayuda de Dios.
Desde Goliath, repito, pasando por osos y leones que querían robarle sus ovejas, hasta Saúl, los filisteos, Doeg e inclusive su propio hijo Absalóm siempre tuvo a su lado a Aquel de Quien había dicho que Era Su Pastor.
Aún cuando, después de haber cometido adulterio y asesinato, plenamente arrepentido y humillado, acudió a Dios implorando Su Misericordia y Perdón comprobó que El Era Su Lámpara y toda la negrura espiritual y emocional que le rodeaba se transformó en un resplandor glorioso tal como leemos en el Salmo 51.
Pero dejemos por un momento al Rey David y platiquemos de usted, mi amigo y amiga:
Quizá conflictos en su hogar, con su cónyuge o hijos estén nublando su cielo íntimo. Muchas veces son problemas de salud, económicos o legales los que ennegrecen nuestro diario vivir. A menudo son fracasos sentimentales con la persona amada que amenazan llegar al rompimiento o divorcio si no es que ya lo consiguieron.
¿Está por desventura sufriendo la pérdida por muerte de un ser amado? ¿Qué es, amigo mío, lo que obscurece su cielo? La verdad es que no lo sé pero déjeme decirle dos cosas: Dios sí lo sabe y además está profundamente interesado en usted y en todo lo que le sucede.
Es mas: ¡Tiene la solución para su problema por difícil que sea!
Nuestro amado Señor JESUCRISTO dijo así: "¡Vengan a Mí cuando estén cansados y cargados y hallarán descanso para sus almas!" (Mateo 11:28-30)
¿Por qué no acepta ésa Invitación? ¿Acaso no es lo que su alma necesita? ¿No es eso lo que su corazón anhela? ¿No escucha La dulce Voz del Pastor Eterno que le llama por su nombre pues lo conoce desde antes de que usted naciera?
Ir a Él en busca de Refugio y Ayuda era la práctica diaria de David y jamás fue defraudado. ¿Por qué no hace usted lo mismo? ¡Estoy seguro de que la tierna Paz de Dios llenará su corazón y usted verá como sus tinieblas se transforman en Luz y sentirá como si un peso muy grande que le agobia se le quitara de encima!
Ande: No lo dude ni un instante y acuda a Él ahora mismo y su vida saldrá de un túnel negro para ser llevado "Junto a aguas de reposo, en lugares de delicados pastos y por Sendas de Justicia" (Salmo 23:1-3)
Me despido con estas Inmortales Palabras de nuestro Señor JESUCRISTO: "YO SOY LA LUZ DEL MUNDO: EL QUE ME SIGUE YA NO ANDARÁ EN TINIEBLAS SINO QUE TENDRA LA LUZ DE LA VIDA" (Juan 8:12)
Es mi oración y mejor deseo para usted que acepte Su LLamado de Amor y su vida será iluminada celestial y eternamente.