Coatzacoalcos | 2024-12-03
Ayer, el momento más importante en la gira de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, fue el que menos lució.
Para algunos, pagaron la novatada el equipo de ayudantía. Para otros, fueron los morenistas y ciertos funcionarios estatales y municipales acomedidos o "queda bien" los que provocaron un desastre para que el acto histórico del cierre de la caseta de peaje del puente Coatzacoalcos uno fuera un desastre gráficamente hablando.
Solo para tener una idea del tema, la alcaldesa de Nanchital, Esmeralda Mora quien debió ser protagonista ya que ese cierre beneficia a sus pobladores, quedó cinco filas atrás del sitio donde la gobernadora y el alcalde de Coatzacoalcos, junto con el diputado Miguel Pintos, levantaban la pluma. Mucho antes que ella, al menos tres regidores de Coatzacoalcos.
Y no es un tema de quién se acomodó primero para la foto o el acto, sino simplemente que el caos lo provocaron algunos funcionarios.
Otro pasaron de ser directores municipales a ´CEOs´ de porristas, de ´manager´ de levanta cartulinas o ´superintendentes´ de vallas humanas en el evento, como fue el caso del director de la DIMUDE, Carlos Esquivel, por mencionar a uno.
Luego de las 10 de la mañana, había pasado una ligera lluvia en el templete montado a un costado de la caseta de peaje del puente Coatzacoalcos, donde se observaba que los vehículos ya pasaban libremente sin necesidad de pagar nada; el espacio se había liberado desde el primer minuto de ayer lunes.
El diputado local por Coatzacoalcos, Miguel Pintos, fue uno de los primeros en arribar y tuvo tiempo para platicar sobre la importancia de la eliminación de la caseta, ya que él y la ahora gobernadora trabajaron para Pemex varios años y les tocó ver, no sólo la afectación económica que provocaba a los empleados en la zona industrial, sino el caos de tránsito en una zona donde se traslada mucho material peligroso.
Incluso el diputado local le alcanzó el tiempo para dar consejos a la "chamacada" de Morena, entre ellos, un regidor.
Llegaron algunos empresarios porteños más tarde, el presidente del Congreso, Esteban Bautista Hernández, así como la diputada Ingrid Calderón y varios funcionarios municipales, entre ellos, el alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, quien inmediatamente tomó su espacio junto a la alcaldesa de Nanchital en el templete.
Decenas y decenas de carpetas con peticiones, propuestas, invitaciones, hasta currículums vitae y formularios de trabajo llenos, pasaron por las manos de Nahle.
Incluso hasta un pleito verbal entre dos personas de la tercera edad, quienes querían estar en primera fila de la valla del lado izquierdo, donde estaría como oradora la gobernadora de Veracruz.
Bajo el sol inclemente cerca del templete, dos ancianos intercambiaron miradas tensas. La espera para uno de ellos fue larga, pero la paciencia corta.
—Dame permiso para entregar este documento —pidió uno, con la voz quebrada por los años.
—¿Permiso? Yo estoy aquí desde las seis y media. No me vas a saltar —respondió el otro, apretando el puño con fuerza.
—Solo entrego y me muevo.
—No, amigo. Esa ya me la sé. Luego te quedas y uno queda como pendejo.
—No me hables así. Tengo 69 años, respétame.
—Pues yo soy un poco más joven, pero no por eso te voy a dejar pasar.
El silencio incómodo fue roto por una risa amarga.
—Cálmate, te va a dar un infarto. Ya estás viejito, contestó uno de ellos.
Y así, bajo la ´sombra´ de la espera, los dos ancianos siguieron custodiando su turno, como fieles centinelas a la espera de Rocío Nahle.
Luego de este evento, cerca de las 11:15 de la mañana, la exsecretaria de energía arribaba a un costado de la caseta de peaje del puente Coatzacoalcos 1, en una camioneta blanca de la cual descendió.
Realizó un breve recorrido, donde mucha gente buscaba estar cerca de ella para tomarse fotografías y entregarle documentos.
No hubo tiempo para la salutación de toda la lista de las personas que había anotado para mencionar la maestra de ceremonias.
Se fue directo a solicitar la presencia del alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, quien fue breve en su mensaje. Aseguró que Rocío es una gobernadora de acciones y hechos y que por eso estaba aquí para cerrar definitivamente la caseta de cobro.
Ya Rocío realizó una amplia explicación de todo el proceso que significó para poder finiquitar el cierre del área de peaje, y en muchas partes de su discurso, señaló la importancia que tuvo la intervención de Pedro Miguel Rosaldo García, quien es subsecretario de Egresos de la Sefiplan.
Algo es claro, Rosaldo García es uno de los brazos derechos de la mandataria estatal, y fue parte fundamental para sellar una de sus primeras promesas de campaña que provocan que en el sur, Rocío ya haya hecho más que Cuitláhuac en los seis años.
Ya habrá tiempo de hablar del interesante proceso legal que se realizó para cerrar la caseta.
Por cierto, apenas meses atrás, Cuitláhuac había invertido cerca de 30 millones de pesos en una caseta que desde ayer ya no funciona. Así el despilfarro.
Antes del evento del cierre de la caseta de peaje, Rocío llegaba pasadas las nueve de la mañana a la sala de cabildo del ayuntamiento de Coatzacoalcos, donde buscaba escribir un nuevo capítulo en la seguridad en Veracruz.
Una mesa de seguridad estatal, que siempre se realizaba en el sector naval porque así lo solicitaba el exgobernador Cuitláhuac García, ahora fue en un espacio más público, aunque a puerta cerrada.
Ahí estuvo el nuevo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes Garcés, quien por cierto arribó con Andrés Rosaldo García, todavía secretario de Gobierno pero quien, al parecer, ya está haciendo funciones administrativas en el área de finanzas, junto al titular de SSP.
Nahle busca coordinar los esfuerzos de seguridad y gobernabilidad en un estado que ha padecido los embates del crimen organizado. Sin embargo, la tarea es titánica.
No basta con reforzar las capacidades de la Secretaría de Seguridad Pública ni con incrementar la inteligencia operativa si no se logra recuperar la confianza ciudadana en las instituciones.
Rocío Nahle enfrenta el reto de equilibrar coordinación y eficacia en un Veracruz que clama por seguridad y justicia.
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