| 2024-10-25
En la lista mundial de ciudades más peligrosas, México tiene más de cuatro en el Top 10.
A nivel nacional, se ubican como más inseguras a Tijuana, Irapuato, Ciudad Juárez, Ciudad Victoria, Acapulco, entre otras.
No aparece entre ellas Culiacán, Sinaloa, donde en los últimos meses, el hampa se ha enseñoreado por encima de la autoridad estatal y federal.
De ahí que las cifras que muestra el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) levanten cierta sospecha.
En el documento correspondiente al tercer trimestre de 2024, donde se ofrecen datos de cómo la población percibe la seguridad en su ciudad, llama la atención el contraste de la realidad, con los datos mostrados.
Nadie puede negar que Coatzacoalcos ha sufrido, a lo largo de este año, una espiral de violencia, con más de 40 homicidios.
¿Pero será creíble que en una ciudad que triplica el número de homicidios, como lo es Tijuana, tenga un menor porcentaje de percepción de inseguridad entre su población de área urbana que Coatzacoalcos?
De acuerdo con el ranking del INEGI, la percepción de inseguridad en Tijuana es del 67.2%, mientras que en Coatzacoalcos es del 79.9%.
¿Será creíble que la población de Culiacán se sienta más segura que la de Coatzacoalcos, cuando presenta un nivel de percepción del 55.7%, muy por debajo del que tiene la ciudad sureña de Veracruz?
O incluso, ¿será creíble que el vendaval violento que azota el puerto de Acapulco tenga más tranquilos a sus habitantes, ya que es casi 5% menor el porcentaje de percepción de inseguridad que existe en Coatzacoalcos?
En resumen, ¿son Tijuana, Culiacán y Acapulco ciudades más tranquilas que Coatzacoalcos?
Algo no se lee bien en esos datos que presenta el INEGI a través del ENSU.
¿Habrá algún interés de alguien para que en ciudades importantes del país, a pesar de que la realidad golpea severamente con hechos violentos, se busque que en los datos la situación sean diferente?
Hay 'sospechosismo' en las cifras del ENSU; porcentajes que no cuadran con la realidad.
Así las cosas.
En los últimos días, se ha discutido ampliamente la importancia de la formación de capital humano en el área de influencia del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Este proyecto, que sigue siendo una promesa de desarrollo para el sur de México, no podrá convertirse en una realidad sin una base sólida de talento local capacitado y alineado con las demandas del mercado global.
Los datos presentados recientemente revelan que en el área de influencia del Corredor Interoceánico existe una importante oferta educativa que podría servir como plataforma para el éxito del proyecto.
A nivel medio superior, hay 661 escuelas, de las cuales 449 son públicas y 212 privadas.
En el ámbito de la educación superior, la región cuenta con 253 universidades, con una distribución de 101 públicas y 152 privadas.
Esta infraestructura educativa, si bien significativa, deberá ser potenciada y orientada estratégicamente para responder a las necesidades específicas del proyecto.
México, por su parte, tiene el primer lugar entre los países de la OCDE con el mayor número de graduados técnicos por año, lo cual es un indicativo del potencial de la mano de obra especializada en el país.
Sin embargo, la formación técnica y profesional en el sur de México necesita una integración mucho más efectiva con las demandas del proyecto interoceánico.
Si bien las instituciones educativas juegan un papel crucial, será necesario que tanto el sector público como el privado se alineen en una sinergia de cooperación que permita una transformación real de la región.
Un ejemplo de este esfuerzo lo representan instituciones como el Centro Educativo Universitario Siglo XXI y diversos tecnológicos que, en los últimos meses, han comenzado a establecer importantes alianzas con actores políticos clave.
La exdiputada federal y actual alcaldesa de Las Choapas, Mariela Hernández García, ha sido una de las principales impulsoras de esta integración.
Recientemente, invitó al rector del Centro Educativo Universitario Siglo XXI, Carlos Ambrocio Aguilar Hernández, a una mesa de trabajo del Consejo Consultivo Indígena.
En dicho encuentro, Aguilar Hernández expresó su compromiso con el desarrollo educativo y destacó la relevancia de que las instituciones académicas se sumen al Corredor Interoceánico como un motor de transformación para el sur de México.
Aguilar Hernández señaló, con razón, que es el momento para que el sector educativo y los gobiernos municipales trabajen juntos en sinergia.
Solo mediante esta colaboración podrá contribuirse efectivamente a la transformación y el desarrollo del estado, sin perder de vista la necesidad de conservar y fortalecer la identidad de los pueblos originarios.
El evento también contó con la participación de alcaldes de varios municipios, entre ellos Amado Cruz Malpica, quienes compartieron la visión de que cualquier institución educativa que no se integre de manera inmediata al proyecto del Corredor Interoceánico quedará rezagada en la carrera por el desarrollo.
La modernidad avanza a un ritmo implacable, y aquellos que no se adapten a este cambio estructural corren el riesgo de quedarse fuera de las oportunidades que ofrece.
"El comandante no ha cenado...", ésa fue la expresión de un elemento de la policía estatal de Veracruz en Coatzacoalcos, luego de intervenir a un taxista y realizar una "revisión de rutina" en el automóvil.
No encontraron nada, luego de estar a la caza de borrachos a las afueras de un bar.
Aun así, pidieron su moche, expresando lacónicamente que el "Comandante no había cenado".
Así las cosas con aquellos que deberían proteger a la población.
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