Coatzacoalcos | 2024-10-24
El martes pasado, en la sala de cabildo, el responsable del Área Operativa de Servicios Municipales, Alfredo Cruz Cruz, disertó una cátedra de 9 minutos sobre los problemas y soluciones que enfrenta Coatzacoalcos ante contingencias hidrológicas.
Con voz grave, que por un momento indicaba que no necesitaría el micrófono para hacerse escuchar, Cruz al cuadrado, como un experto, señaló puntualmente la geografía hidráulica de la ciudad.
Una explicación enriquecedora para entender en gran medida lo que está pasando en la ciudad cada vez que caen precipitaciones profusas como las del fin de semana.
Desbordamientos e inundaciones que ocurren, en gran medida, por responsabilidad ciudadana en el manejo de la basura.
Aquí un resumen de lo que fue la erudita explicación de Don Alfredo Cruz Cruz:
El desarrollo urbano de Coatzacoalcos, particularmente en su primer cuadro, ha sufrido transformaciones significativas a lo largo del tiempo.
Originalmente, la ciudad se destacaba por sus grandes avenidas y planificación urbana, pero el auge petrolero cambió ese panorama.
La expansión descontrolada y la necesidad urgente de vivienda llevaron a la creación de asentamientos irregulares, especialmente en zonas pantanosas que no eran adecuadas para tal fin debido a las características del suelo.
Alfredo aseguró que el primer plan de desarrollo del gobierno de Acosta Lagunes subrayaba que el pantano no era apto para vivienda; sin embargo, la presión social de los vendelotes rebasó las recomendaciones técnicas.
Un punto clave en esta evolución urbana fue la calle General Anaya, la cual actuó como una frontera entre la zona alta y la baja de la ciudad.
La construcción del terraplén y la instalación de un tubo de gran diámetro para transportar agua hacia el complejo petroquímico crearon una barrera física en la zona pantanosa.
Sin más recurso que sus mapas mentales, Alfredo Cruz Cruz seguía:
"A partir de la calle General Anaya, que cruzaba, que eran las vías del ferrocarril, había aproximadamente 26 cruces pluviales, es decir, arroyos, que salían de los manantiales de manera natural. Cuando se formaron los asentamientos humanos, la primera barrera que existió fue el terraplén", insistía.
Señaló que hoy solo quedan siete en funcionamiento, tres de los cuales tienen una capacidad hidráulica considerable, mientras que el resto opera con tuberías de escaso diámetro, lo que limita su eficiencia en tiempos de lluvias intensas.
Los problemas de infraestructura se vieron agravados por el traslado de las vías del ferrocarril y el bloqueo de los cruces pluviales.
Hoy en día, solo existen tres puntos críticos que canalizan el flujo de agua proveniente de varias colonias, como Santa Rosa y Rancho Alegre, hacia la calle General Anaya.
Estos puntos se han convertido en áreas problemáticas debido a la acumulación de basura y el crecimiento desordenado.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la ciudad es la basura, especialmente el plástico.
El manejo inadecuado de los desechos ha generado graves problemas de obstrucción en los cruces pluviales.
A pesar de los esfuerzos constantes por limpiar estos puntos, la basura vuelve a acumularse rápidamente.
Durante las limpiezas recientes en zonas como la colonia Miguel Hidalgo, se han extraído toneladas de basura, incluidos objetos tan grandes como partes de autos.
Este problema ha sido exacerbado por la pandemia, ya que muchas personas se han asentado cerca de las vías ferroviarias para recolectar plástico.
Otro aspecto preocupante es la invasión de los derechos de vía de los canales. Las necesidades de vivienda han llevado a que se construyan casas directamente sobre los canales pluviales, lo que dificulta enormemente su mantenimiento.
La maquinaria pesada no puede acceder a estas áreas, y el trabajo manual se ve obstaculizado por las construcciones.
A pesar de los esfuerzos por concienciar a la ciudadanía sobre el impacto de la basura y la importancia de mantener limpios los canales, el problema persiste.
La acumulación de basura y la urbanización descontrolada han limitado la capacidad de drenaje de la ciudad, especialmente en la zona baja.
Los sistemas pluviales en áreas como Lomas de Barrillas y Solidaridad, sin embargo, funcionan relativamente bien gracias a que los canales permanecen a cielo abierto.
Este modelo de canales, de acuerdo a Alfredo, ha demostrado ser eficaz en otras regiones del mundo, como en los Países Bajos y los Everglades de Florida, Estados Unidos, donde el manejo del agua es fundamental para evitar inundaciones.
En la ciudad se ha reducido drásticamente la capacidad de absorción del suelo. Como resultado, las inundaciones se agravan, ya que los canales obstruidos no pueden funcionar adecuadamente.
"Tenemos 75 kilómetros de canales en el municipio. Estoy hablando de Allende, Mundo Nuevo y la ciudad. Hay 13 o 14 kilómetros de cunetas revestidas y aparte las calles que no han sido pavimentadas", indicó Alfredo.
Para hacer frente a este problema, se ha lanzado una campaña de concienciación dirigida a los ciudadanos, en la que se subraya la importancia de mantener la limpieza y la responsabilidad compartida en la solución del problema.
La ciudad de Coatzacoalcos enfrenta un problema complejo de manejo del agua y la basura, agravado por la urbanización desordenada y la falta de infraestructura adecuada.
Es claro que la situación requiere un esfuerzo conjunto entre autoridades y ciudadanos para asegurar que los canales pluviales y los cruces funcionen de manera eficiente, evitando así que las zonas bajas de la ciudad se vean afectadas por inundaciones constantes. Hay retos por superar.
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