Crónicas del Poder: El Paraíso de los Bartlett en el Caribe mexicano

Crónicas del Poder: El Paraíso de los Bartlett en el Caribe mexicano

Coatzacoalcos Ver. | 2024-08-05

Playa del Carmen, Quintana Roo.- A quienes la historia sigue favoreciendo es a la familia Bartlett.

Apenas la semana pasada la Revista Proceso documentaba de nueva cuenta cómo el tráfico de información y la corrupción los ha beneficiado en el Caribe mexicano.

El fin de semana sonó fuerte entre los círculos empresariales, desarrolladores inmobiliarios y la población en general de Playa del Carmen el reportaje de la revista que nació con Julio Scherer, Miguel Ángel Granados Chapa, Vicente Leñero y Armando Ponce García, hasta los taxistas lo comentaban.

Y es que el artículo de Proceso expone cómo familiares del director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, han adquirido propiedades a costos subvaluados en el Caribe mexicano, particularmente en Quintana Roo, favorecidos por su proximidad a importantes proyectos de infraestructura del gobierno federal, como el Tren Maya.

Estas adquisiciones incluyen terrenos en zonas exclusivas de Cancún, Playa del Carmen y Tulum, alcanzando un total de aproximadamente 164 hectáreas.

Entre 2011 y 2019, estas propiedades fueron adquiridas por empresas constituidas por León Manuel Bartlett Álvarez, hijo de Manuel Bartlett, y por su pareja, Julia Abdalá Lemus.

Muchas de estas transacciones fueron facilitadas por exfuncionarios priistas involucrados en corrupción, incluyendo al exgobernador Roberto Borge Angulo, actualmente encarcelado por varios delitos.

Uno de los ejemplos más destacados es la adquisición por Julia Abdalá de un departamento en Aldea Zamá, Tulum, por un valor de 2.5 millones de pesos, en un área que se ha beneficiado enormemente por la construcción del Parque del Jaguar, un proyecto que ha sido criticado por ambientalistas locales por favorecer intereses turísticos sobre la conservación del ecosistema.

PROPIEDADES EN MEGAOBRAS

El incremento en el valor de estas propiedades ha sido significativo debido al desarrollo de las megaobras del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya y el Parque del Jaguar.

La compra de estas propiedades a precios subvaluados y en algunos casos a "cero pesos" ha suscitado cuestionamientos sobre la ética y la legalidad de estos procesos, así como sobre el posible conflicto de interés de Manuel Bartlett Díaz en su rol como director de la CFE y exsenador.

El reportaje subraya la creciente riqueza de los allegados a Bartlett en contraste con la opacidad de las transacciones y el uso de fideicomisos bancarios para evitar restricciones legales en la adquisición de propiedades costeras por extranjeros.

Además, destaca cómo la rápida construcción y expansión de proyectos como el Parque del Jaguar han beneficiado directamente a estas propiedades, aumentando su valor y consolidando el patrimonio de la familia Bartlett.

El artículo de Proceso revela un patrón de adquisiciones de propiedades a precios subvaluados por familiares de Manuel Bartlett Díaz, favorecidos por proyectos de infraestructura del gobierno, lo cual plantea además de la ética y la legalidad, claros actos de conflicto de intereses y actos de corrupción.

Mientras muchos desarrolladores inmobiliarios, en esta parte del Caribe, apuestan con sus ahorros para hacer crecer la bonanza personal y del Estado, a otros como a la familia Bartlett, el dinero les cae del cielo... o del gobierno.

AL OÍDO

Para Jorge y Abraham, taxista y guía de turistas, respectivamente, en la zona de Tulum, los aluxes no son seres míticos de la cultura maya, sino pequeños duendes o chaneques que cohabitan con la población hoy en día.

Y lo explican. Son guardianes de la naturaleza, asociados con campos, cuevas, selvas y cenotes. Tienen apariencia de niños pequeños o seres de baja estatura con rasgos de adultos, de abuelito, dice Abraham. Son conocidos por ser traviesos y a veces maliciosos, pueden proteger y ayudar a quienes los respetan.

Los mayas construían pequeñas casas o altares para ganarse su favor, realizando ofrendas como comida, tabaco o licor. Aunque son una creencia antigua, los aluxes siguen presentes en algunas comunidades mayas modernas, representando la conexión con la naturaleza.

Y Jorge, lo cuenta que durante mucho tiempo cuando se construyó una zona entre Tulum y Playa del Carmen, continuamente ocurrían accidentes con heridos y muertos hasta que se construyó una casa a un árbol que permitió a los aluxes vivir en paz.

"Venía manejando, no llovía, la carretera estaba seca y a mí me tiraban agua sobre el parabrisas", decía Jorge mientras Abraham asentía, los dos hablan el idioma maya. Este último, incluso por su trabajo de guía, habla seis idiomas, entre ellos inglés, italiano, portugués y otros más.

joluperezcruz@hotmail.com

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