Coatzacoalcos Ver. | 2024-04-10
A la candidata a la gubernatura de la coalición "Sigamos haciendo historia", Rocío Nahle García, se le sigue complicando, no solo la narrativa para descarrilar los señalamientos de sus presuntos actos de corrupción, sino también la posibilidad de frenar los reclamos por los desaciertos en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
Más de un analista ha reiterado la grave losa que representa para la campaña de la exsecretaria de Energía, los malos momentos en varios rubros que ha atravesado la administración de Cuitláhuac.
Seguridad, infraestructura, inversiones, justicia, son algunos de los sectores donde García Jiménez, hace como que trabaja y tiene serio déficit.
En esta semana de campaña, Nahle García ha tenido que soportar reclamos del mal actuar del gobernador al que piensa sustituir.
Ayer en redes circuló en video el reclamo que hizo Erika María Cruz Hernández, madre del joven Brandon Arellano Cruz, quien fuera víctima de homicidio por parte de la policía municipal en Lerdo de Tejada.
Pese a que la aspirante pidió un espacio de tiempo para dialogar con la madre luego del mitin, la falta de acción gubernamental estatal ha dejado, al menos en este caso, cero niveles de paciencia de los que reclaman.
El abandono del Gobierno de Veracruz en los conflictos en Lerdo de Tejada, es un reflejo preocupante de la negligencia institucional que sigue afectando a familias en situaciones vulnerables.
No es un tema de los opositores, de armar historias falsas, ni de neoliberales, aquí hay un tema de seguridad y justicia que debió atenderse y sigue suelto.
La respuesta superficial de enviar temporalmente solo dos semanas a elementos estatales tras el trágico homicidio de Brandon Arellano Cruz, perpetrado por la policía municipal, es una muestra alarmante de la falta de compromiso con la seguridad ciudadana.
Son esquemas de pantalla que se repiten sistemáticamente luego de una crisis de seguridad.
Llenan de policías la zona donde ocurre un suceso, realizan un despliegue mediático con sus textoservidores, dos o tres días y se van sin resolver nada.
Incluso luego ocurre que en plena presencia de las fuerzas de seguridad estatales se repite un crimen en sus narices, como ocurrió recientemente en Poza Rica, tras el hallazgo de cuerpos en heladeras.
Por otro lado, es innegable que existe un acoso sistemático a jóvenes, detenciones injustificadas y robos perpetrados por la misma autoridad encargada de proteger a los ciudadanos, hechos que son una afrenta reiterada a los derechos humanos más básicos en Veracruz.
Y Cuitláhuac, como si nada, se la vive acusando a los medios de comunicación de inventar temas para titulares escandalosos.
No es mala la estrategia de alejarse un poco de las cercanías con el gobernador en turno, incluso bien valdría la pena en el discurso y en los hechos señalar los puntos en que ha fallado el actual gobierno estatal.
Más de un veracruzano le agradecería la autocrítica al partido que gobierna, porque pruebas claras, las hay.
De no hacerlo, el camino será más complicado, sobre todo cuando además de cargar con los errores geográficos en sus discursos, Rocío tiene que llevar en sus espaldas la losa que significa el terrible gobierno de Cuitláhuac en Veracruz.
Con el avance de los días y el desarrollo del proceso electoral en Veracruz, parece que los estrategas políticos y los aspirantes a la gubernatura continúan apostando por las "campañas negras.
"Las campañas negras", también conocidas como campañas de desprestigio o campañas sucias, son estrategias utilizadas en procesos electorales para desacreditar a un candidato, partido político o movimiento mediante la difusión de información falsa, engañosa o denigrante sobre su persona o plataforma política.
Estas campañas suelen recurrir a rumores, ataques personales, manipulación de imágenes o vídeos, entre otras tácticas, con el objetivo de generar una percepción negativa en el electorado y disminuir el apoyo hacia el objetivo atacado.
"Las campañas negras" suelen ser altamente polarizadoras y pueden tener un impacto significativo en los resultados electorales, afectando la legitimidad y transparencia del proceso democrático.
Algunas denostaciones no lo son tanto, tienen "carnita", dijera el tablajero.
Sin embargo, para algunos de los grupos que disputan la gubernatura de Veracruz, parece ser la apuesta principal, ya que hasta el momento se conoce poco sobre la firmeza discursiva de sus propuestas.
Ayer se realizaba un marcha por la presunta violencia de género contra Rocío Nahle por parte de los Yunes, sin embargo también han filtrado desde los "equipos de comunicación social externos" del gobierno de Cuitláhuac García presuntas infidelidades de Pepe Yunes.
Una "campañita" que mantuvieron viva por unos días.
Esto es lo de hoy en Veracruz, el chismerío. ¡Vaya nivel!
Por cierto "hasta el último reporte del 25 al 31 de marzo, la Comisión Temporal de Medios de Comunicación y Monitoreo a los Medios Informativos, del Organismo Público Local Electoral (OPLE), no había encontrado en las notas informativas monitoreadas lenguaje sexista ni indicios de violencia política en contra de las mujeres en razón de género", se reportaba en conferencia de prensa.