Coatzacoalcos Ver | 2024-11-05
Patrocinadores han sido por años, parte importante para que algunos equipos sobrevivan y sus integrantes puedan seguir practicando su deporte favorito, sin poner un solo centavo.
En el caso del futbol, hemos visto pasar a empresarios entusiastas, que poco o nada les ha importado gastar miles de pesos durante temporadas, con tal de apoyar a tal o cual conjunto.
Algunos dirán que exageramos (en lo que invierten), pero no es así, pues la misma gente que ha cumplido ese papel nos lo ha hecho saber en su momento.
Quién no recuerda a Luis Echazarreta, dueño de conocido negocio hoy ya desaparecido, que lo dio todo por el equipo Tubos y Conductores, y que decidió "tirar la toalla", al darse cuenta que estaba perdiendo parte de su capital en algo que no le redituaba ningún beneficio.
Lo único, la satisfacción de ver coronarse a su escuadra. .
Sin embargo, para alcanzar el título tenía que invertir en uniformes, pago de jugadores, comidas y hasta en apoyar a elementos con problemas económicos, que en ocasiones se pasaban de abusivos.
Es más, a unos hasta trabajo les dio y terminaron pagándole mal.
El ingeniero Miguel del Toro (QEPD) fue otro exitoso empresario al que su afición al futbol lo llevó a incursionar en el medio como patrocinador.
A diferencia de Luis Echazarreta, Miguel también jugaba, aprovechando sus cualidades dentro de la cancha, pero también pagaba a ciertos jugadores por sus servicios. O sea, a Mercenarios del futbol.
Su pasión por el deporte de las patadas lo motivaron a patrocinar durante varios años a Unión Ridisa en distintas ligas.
Hoy en día, Ridisa sobrevive gracias a la cooperacha entre los que integran sus filas en la categoría de Veteranos 60 años y Mas.
Juan Chávez (QEPD) se suma a la lista, ya que durante mucho tiempo mantuvo al club Chacsa.
El constructor, lo mismo que el buen Miguel del Toro, jugaba junto a futbolistas que cobraban como profesionales.
Y aunque conquistó varios títulos en la categoría de Veteranos, al final se dio cuenta que estaba mal invirtiendo su dinero y optó por dedicarse de lleno a lo suyo.
EN LA ACTUALIDAD
En los tiempos actuales, hay dos personajes que siguen sus pasos.
Uno es el ingeniero Ernesto Camargo, un futbolista de hueso colorado que ha dado todo por sus Tuzos del Pachuca.
El constructor lleva varios años ligado a este deporte, jugando y patrocinando clubes.
En el más reciente, Pachuca, de cinco finales ha ganado una en la liga regional de 60 años y más.
Sin embargo eso no lo ha desanimado, sino al contrario, Ernesto Camargo quiere otro campeonato y no le importa cuánto tenga que gastar para conseguirlo.
Lo malo es que algunos jugadores a los que echó la mano a cambio de que vistieran la playera de los Tuzos, han abandonado el equipo sin decir siquiera gracias y adiós
Es decir, son unos malagradecidos.
Para el recio defensa invertir en el futbol ha valido la pena, pues lo más importante es ejercitarse.
"Creo que el dinero que he gastado se recompensa con la buena salud de que gozo actualmente y de los amigos que tengo gracias al futbol", declaró en alguna ocasión Ernesto Camargo.
Y por último, el licenciado Fernando Mendoza, entusiasta patrocinador del campeón Real Rojos de Acayucan, que se da su tiempo para de vez en cuando jugar con su equipo.
Abogado de profesión, Fernando ha demostrado en la cancha ser un jugador habilidoso y con olfato de gol.
En la final que ganaron a Real Nanche, el atacante marcó el único tanto en la vuelta.
Fernando Mendoza, al igual que los tres anteriores, es aficionado recalcitrante al deporte de las patadas.
Empero, para bordar estrellas a la legendaria playera escarlata, el abogado ha tenido que sacar la cartera.
Afortunadamente ha valido la pena
Hasta la próxima