Veracruz | 2024-08-24
La falta de respuesta del número de emergencia 911 es un tema preocupante que afecta directamente la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos. A pesar de ser un número de emergencia, no contestar es un fracaso en la responsabilidad de proteger a la población.
En una situación de emergencia, cada segundo cuenta, y no tener acceso a ayuda inmediata puede tener consecuencias fatales. La falta de respuesta del 911 es un indicativo de una falla en el sistema de emergencias y un incumplimiento de la responsabilidad de garantizar la seguridad pública.
Es inaceptable que en una ciudad como Veracruz, con una población que merece protección y seguridad, el número de emergencia no funcione adecuadamente. La ciudadanía tiene derecho a esperar una respuesta inmediata y efectiva en situaciones de emergencia.
Es hora de tomar medidas para solucionar este problema y garantizar que el 911 funcione como corresponde. La seguridad de la ciudadanía no puede depender de la buena voluntad o la disponibilidad de los operadores. Se requiere un sistema de emergencias confiable y eficiente que brinde ayuda inmediata a quienes la necesitan.
La reactivación de las instalaciones de Cruz Roja base norte y el traslado del cuartel de Bomberos también base norte, beneficiará a decenas de miles de habitantes de una de las zonas más castigadas en todo el puerto, donde la densidad poblacional y el mal estado de las calles dificulta la llegada de las corporaciones para atender las situaciones de emergencia que surgen en el día a día.
Sin embargo existe el problema de que aunque la Cruz Roja ya tenga instalaciones donde acomodarse, actualmente no cuenta con ambulancias suficientes para tener en la central de Salvador Díaz Mirón y llevar a la que se reactivará, pues algunas se encuentran fuera de servicio por una aparente falta de presupuesto y las que están ´buenas´, deberán ser cuidadas para rendir al máximo.
Cabe recordar que hace años la base que tenían en la cabecera municipal de Boca del Río fue cerrada ante el crecimiento del Heroico Cuerpo de Bomberos Conurbados que ya cuenta con su grupo de paramédicos, así que fueron retirados para ahorrar más recursos y optimizar sus operaciones, además de que base norte cerró desde aquel periodo de encierro que vivimos durante la pandemia del Covid.
Con el regreso a clases el lunes 26 de agosto los padres de familia vivirán un viacrucis que involucrará desde lo climático hasta lo vial y las habilidades circenses para desplazarse de casa a la escuela con los niños.
Las lluvias están en su apogeo y por lo menos seguirán en septiembre y octubre.
Tener automóvil no garantiza salir sin problemas; más bien será una bronca cuando el coche se apague dentro de una laguna de aguas negras allá por el Núcleo Deportivo en la bajada de Esteban Morales y la calle 14.
Y en el autobús será peor para quienes llevan a los niños a escuelas en el centro de la ciudad porque así los dejan en la puerta del plantel y ellos se van a su trabajo. Ya veremos cuando se jalen los cabellos porque no pasa el autobús o va lleno y no se detiene a subir pasaje.
La recomendación es comprar botas de hule para cuando haya que meterse en charcos que ocultan una mega laguna y llevar un madero que sirva para no perder el equilibrio. Así son nuestras calles. No hay de otra.