| 2024-12-22
El senador de la República, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, reconoció que la elección para renovar el puerto de Veracruz solo está entre dos y ambas mujeres. La diputada federal, Rosa María Hernández Espejo, quien fue su colaboradora en la delegación del Bienestar, y la exdiputada Anilú Ingram Vallines, quien sin ninguna condición apoyó e impulsó la campaña de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, en las pasadas elecciones.
Anilú y Rosa María tendrían un empate técnico en las encuestas, según un estudio realizado por la empresa IMPULSOS, por lo que la percepción del legislador no es para nada equivocada.
A quien Manuel Huerta no ve como candidato de Morena a la alcaldía es a Pepín Ruiz, diputado local que abanderado por su partido, logró ganar la curul en las elecciones del pasado 2 de junio.
El senador dijo que las únicas referencias que tiene de Pepín Ruiz son las de su pasado priista, su cercanía con Fidel Herrera y posteriormente con Javier Duarte.
Incluso Manuel Huerta afirmó que en las campañas electorales, siendo él candidato al Senado, Ruiz Carmona lo buscó para ofrecerle apoyo, pero prefirió no involucrarse con él, advertido por las bases del partido.
Otra de las cosas que no le gustan al senador del exdirector del extinto SAS es la campaña que viene haciendo abiertamente el diputado local, regalando dinero como se hacía en la vieja escuela priista, eso no va con Morena y Pepín no termina de entenderlo.
Como en cada inicio de administración, la gobernadora Rocío Nahle García tiene enfrente la inminente negociación con el sector del transporte público sobre las tarifas del pasaje en el Estado, al menos ya en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, en donde se encuentra el mayor parque vehicular de transporte urbano y taxis, ya empiezan a meter presión.
Alfonso Enríquez Bousar, líder camionero, afirma que hay un rezago histórico con el sector y es necesario que suba la tarifa del pasaje para los usuarios. Obviamente, el pulpo camionero ve por sus intereses, porque la deuda histórica siempre ha sido con los usuarios.
Es cierto, ya corrió una década sin cambios en la tarifa del pasaje, pero tampoco se ve que haya modernización de los camiones y mucho menos que exista una profesionalización para la mayoría de los conductores. Basta con tomar cualquier ruta para evaluar el servicio, camiones viejos y operadores que no se sienten responsables por el pasaje.
Y no es porque estén saliendo tablas y no tengan con qué invertir, porque es evidente que están teniendo ganancias. El pretexto antes eran los gasolinazos, se detuvieron y jamás se preocuparon por mejorar el servicio para exigir un ajuste en la tarifa.
Rocío Nahle adelantaba antes de asumir el gobierno, que una de sus prioridades sería la modernización del transporte público, ya en el cargo tendrá que lidiar con el pulpo camioneros y sus presiones, para cumplir lo que prometió.