| 2024-01-17
El pasado viernes 12 de enero en conocido noticiero televiso se dio a conocer el caso de la desaparición de nueve mujeres de nacionalidad colombiana, integrantes de un grupo de entre 50 y 70 extranjeras que compartían residencia en el estado de Tabasco, México que presuntamente eran alquiladas como damas de compañía, las cuales pudieran ser víctimas de varios delitos como la trata de personas, privación ilegal de la libertad, entre otros.
Veinticuatro horas después de la denuncia pública fueron encontradas con vida por la autoridad Tabasqueña, a quienes se les proporcionó protección, asesoría jurídica y asistencia psicológica.
Hasta el momento según las versiones oficiales, todo apunta que ellas pudieran ser víctimas de violencia como sujetas de una red internacional de trata de personas, lo cual ha conmocionado a la sociedad.
El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres e infancias, que complementa la Convención de las Naciones Unidas, contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo, 2000) establece que "Por trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos". (Art. 3 inciso a).
El "gran negocio" de la trata de personas solo con fines de explotación sexual mueve más de 40 mil millones de euros al año y afecta a 2.5 millones de personas en el mundo. En el marco de la celebración del II Congreso Internacional sobre Trata de Seres Humanos, llevado a cabo en septiembre de 2023 en la ciudad de Málaga, España, Beatriz Sánchez, fiscal especializada en Trata de Personas y Extranjería de aquel país afirmó que la trata de personas "es un negocio, es una de las actividades más lucrativas del mundo, sólo por detrás del tráfico de armas y al mismo nivel que las drogas".
Sánchez agregó que por cada mujer detectada, hay otras veinte que no lo están y abogó por abordar esta problemática desde una perspectiva de género, ya que la trata afecta mayoritariamente a las mujeres, pues un 75% son mujeres y niñas, un porcentaje que en el caso de la explotación sexual alcanza el 98%.
La fiscal puntualizó que solo el 8% de mujeres en situación de prostitución lo hacen voluntariamente y puso de manifiesto la necesidad de que se regule esta práctica con un modelo ´abolicionista´, al estilo francés, que penalice también a los clientes. Concluyó, destacando que la cooperación internacional entre estados e instituciones es clave en la lucha contra la trata, un fenómeno alentado por las migraciones que provocan conflictos bélicos o la crisis climática. (Fuente: www.forbes.com.mx).
En este contexto, debemos distinguir entre la trata y el tráfico de personas. Este último es un delito de orden migratorio que implica generar las condiciones para la entrada indocumentada de una persona a un país, con el fin de transitar o establecerse de forma definitiva en determinado territorio y obtener un beneficio económico.
A diferencia, la trata de personas es un delito que explota a mujeres, niñas, niños, adolescentes y hombres que lesiona gravemente la vida y la dignidad, se considera una violación grave a sus derechos humanos para beneficio de terceros, con diversos propósitos como son: La explotación de la prostitución ajena, el reclutamiento forzoso, los matrimonios forzosos entre menores de edad y personas adultas, los trabajos forzosos, la extracción de órganos o tejidos, las adopciones ilegales, la experimentación biomédica ilícita, la mendicidad forzosa, la explotación delincuencial y los vientres subrogados.
La trata de personas, específicamente la explotación sexual, son instituciones profundamente patriarcales y, por tanto, es una prioridad en la agenda feminista y en la de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
El problema que se enfrenta para erradicar este fenómeno social y la comisión del delito de la trata es que no existe una cifra total del número de víctimas a nivel nacional e internacional, ya que, por su naturaleza de ejecución oculta, la cuantificación versa únicamente sobre el número de víctimas que logran denunciar.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el periodo de enero a julio de 2023, se detectaron 337 presuntas víctimas mujeres de trata de personas a nivel nacional. En el Estado de México (79), Ciudad de México (63), Quintana Roo (51), Baja California (32) y Puebla (24).
Por otro lado, la Línea y Chat Nacional contra la Trata de Personas (LNCTP), que opera el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México reportó que entre el periodo de enero 2022 a junio de 2023, se presentaron 3 mil 498 reportes procedentes de cuatro continentes: América, Europa, Asia y África; se determinó que las mujeres, niñas, niños y adolescentes son los grupos más vulnerables a la trata de personas; que el 60% de la trata de personas se desarrolla en lugares cerrados, como casas, hoteles, negocios o fábricas; así también, se detectó que las entidades más pobladas como Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Veracruz, concentran tres de cada cinco reportes a la línea. (Fuente: Boletín Mujeres CDMX 07-2023).
En México del total de las víctimas de trata, el 93% es de nacionalidad mexicana y el 7% de nacionalidad extranjera, principalmente de los países de Colombia, Honduras, Venezuela y Guatemala. (Fuente: Informe Latinoamericano sobre trata de personas y tráfico de migrantes, caso México). La realidad es que...la demanda crea la trata de personas...