México | 2023-07-23
La corcholata de Claudia Sheinbaum anda buscando algún personal que se encargue de su campaña en el Estado de Veracruz. Que sea totalmente ajeno al gobierno estatal, no quiere cargar con ese pesado negativo que la haría perder. Gente de su total confianza esta en esa tarea, al estar informada de los abucheos cuando se presentan los responsables de la actual administración.
Es tal su temor que buscó un buen amigo de Oaxaca para que le buscara a las personas que trabajaran si ella es la nominada, consciente que de acuerdo a las últimas encuestas se corre un grave riesgo en la entidad con aquellos funcionarios estatales que quieren figurar que en lugar de ayudarla, la perjudican, ese es el motivo de su última visita que se mostraba que estaba muy molesta.
Se trata de una vacilada del secretario de Gobierno de Veracruz, Eric Cisneros Burgos, burlarse del pueblo de Veracruz al afirmar que no conoce a quienes pusieron los espectaculares en donde él aparece retratado posando muy bien y maquillado con dos mujeres de color, asegurando que son al igual que él afrodescendientes y ante el reclamo que le hiciera el presidente López Obrador de andarse promoviendo y que debiera renunciar, les pide a esas desconocidas personas que ya quiten su fotografía.
Se requiere de un gran cinismo hacer esas declaraciones que ofenden la inteligencia de los veracruzanos y el gobernador Cuitláhuac García no debiera permitírselo por ser tan ofensivo con un pueblo bueno que pagó del presupuesto público esa burda propaganda.
Es un dato que solo se conoce en la Secretaría de Hacienda, el aumento del presupuesto federal de 50 mil millones que hizo esa dependencia y de Pemex que fue de 678 mil millones para seguir financiando la refinería de Dos Bocas, que continúa sin producir un litro de gasolina bajo la responsabilidad de la ingeniera Rocío Nahle.
Mientras que los programas sociales que tanto benefician al pueblo sabio y noble de México son de solo 414 mil millones de pesos, cifras que no le gustan para nada al presidente de México.
Es increíble el protagonismo de algunos periodistas como el caso del conductor Ciro Gómez Leyva de lo que es capaz de hacerse la gran víctima. "Yo ya viví una auditoría y usted sabe señor presidente qué tipo de auditoria ¿Qué sigue señor presidente? Ya que a usted le gusta jugar con la especulación, yo le pregunto: ¿Qué es lo que sigue conmigo? ¿Un segundo atentado? ¿Eso es lo que sigue después de escuchar sus palabras."?
Ahora si más que un divo del séptimo arte, pensar que el mandatario de un país con más de 124 millones de personas está pensando en este conductor de un programa radiofónico que desconoce quién lo escucha o lo ve por la televisión abierta de los más de cien canales que posee Sky. Pierden el piso y se sienten soñados sobre todo los que lo conocemos cuando se colaba en algunas reuniones de Jesús Reyes Heroles. La soberbia los hace perder la humildad que debe tener un reportero que busca la noticia en la calle y no él, que está esperando en un cómodo escritorio que noticias le traen para que las lea... él no las escribe.