Coatzacoalcos | 2023-04-28
Estamos viviendo días difíciles en los que oímos y vemos en los noticieros que la violencia se cierne sobre nuestro país. Con tristeza observamos un panorama desolador e incierto y por tal motivo nos sentimos deprimidos ante la impotencia de no poder hacer algo para cambiar la situación.
Por lo tanto, muchos toman una actitud negativa ante esta realidad.
Sin embargo, a pesar de todo lo que pasa y vemos a nuestro derredor, debemos ser positivos. No se gana nada permitiendo que el pesimismo nos contagie y haga que nuestra salud vaya en detrimento porque nos puede llevar a perder la vida que tanto amamos.
No podemos olvidar que ante las circunstancias de la vida Dios está a nuestro lado y nos dará la fuerza necesaria para vencer nuestros temores. Sólo tenemos que confiar en Él. Nosotros no podemos cambiar el panorama, pero a Dios, todo le es posible.
Tener una actitud positiva es estar confiados en que, aun cuando haya problemas, tenemos que enfocarnos en todas aquellas cosas que alegran nuestra vida y nos dan satisfacción.
Como dijo el poeta: "Todo es según el color del cristal con que se mira". Por supuesto nuestros ojos tienen diferente percepción. Para unos el panorama será desolador, otros lo veremos como una oportunidad de aprender y crecer.
Lo que realmente es importante es no permitir que una actitud negativa arruine nuestra existencia. Nuestra vida es única y no podemos desperdiciarla dejándonos derrotar por las circunstancias adversas de la vida.
La manera en que enfrentemos nuestros problemas hará de nosotros seres positivos, lo que nos garantiza que vamos a salir del túnel, por más oscuro que este parezca.
Vivamos agradecidos de Dios. Él ha prometido no dejarnos solos en la lucha. Hemos recibido tantos favores de su mano, pero a veces ni siquiera lo tomamos en cuenta. Él ha puesto a nuestro lado seres que nos aman y que nos brindan su compañía.
Aprendamos a disfrutarlos porque eso nos traerá paz y felicidad.
Hay que seguir adelante. Dios no nos dio un Espíritu de cobardía para que nos dejemos abatir por los problemas. Él nos dio un Espíritu de poder, amor y dominio propio. ¿Qué más podemos pedir si eso es lo que nos puede llevar a salir adelante? Apreciemos todo lo que está a nuestro derredor y encontremos el lado bueno en todo.