Coatzacoalcos Ver. | 2024-07-08
Un nuevo hecho violento ha marcado a Coatzacoalcos, luego de que durante el pasado fin de semana, un par de conocidos restaurantes, Langostinos y La Bocana, fueron incendiados a manos de miembros de la delincuencia que se dedican a la extorsión y el cobro de piso.
Tras los ataques casi simultáneos que se suscitaron durante las primeras horas del domingo 7 de julio, uno de estos negocios, Langostinos, informó a través de sus redes sociales su cierre definitivo, luego de reportarse pérdida total en sus instalaciones.
El establecimiento que se ubicó sobre la calle Úrsulo Galván, entre Lázaro Cárdenas y Juventino Rosas, de la colonia Puerto México, agradeció mediante un comunicado las muestras de cariño y apoyo de parte de su clientela, y lamentaron que esta situación de inseguridad siga azotando a la ciudad.
Lo anterior consternó a los ciudadanos que frecuentaban acudir a Langostinos, ya que ofrecían un amplio menú que incluía mariscos, platillos típicos veracruzanos, una gran variedad de bebidas con y sin alcohol para todos los gustos, además de un ambiente familiar con música viva los fines de semana.
Para empezar, este restaurante destacaba por brindar a sus comensales frescos y exquisitos productos del mar, como lo es una cazuela de mariscos, caldos, arroz a la tumbada, órdenes de minilla, empanadas, tortas de mariscos, tostadas, aguachiles, salpicón, torres de mariscos y camarones en todas sus presentaciones.
Entre las especialidades a la carta, se podía pedir entre diversas preparaciones de pulpo, jaibas, filetes de pescados, mojarras fritas, vuelve a la vida, ceviche, campechana y ensaladas de mariscos, con precios que desde los 100 hasta los 290 pesos.
Dentro de su menú, Langostinos también consideraba a quienes no es de su gusto o no pueden consumir mariscos, poniendo a su disposición costillitas fritas, enchipotladas, a la mexicana, carne de chinameca en diferentes versiones, chicharrón, salpicón de cecina, bisteces a la mexicana, enchipotlados, encebollados, asados, milanesas de res y su tan afamado Molcajete Regional con variedad de carnes.
El apartado de bebidas no podía faltar, con cervezas de todas las marcas y tamaños, al igual que micheladas de múltiples estilos, clamatos, piñas coladas y hasta margaritas de tamarindo, mientras que, para los paladares más exigentes, podían elegir entre distintas botellas o por copeo de whisky, vodka, ron, tequila, brandy, además de digestivos como bayleys, licor 43, anis o licor sambuca vaccaru negro.
Por último, para quienes por alguna razón no podían consumir bebidas embriagantes, podían ordenar vasos o jarras de naranjada o limonada, también refrescos y hasta agua mineral, sin olvidar el postre.