| 2023-08-24
El mundo Occidental está tan desconectado de su ser natural que se le hace cuesta arriba, observar y aprender de la naturaleza. Somos competitivos, constantemente nos comparamos unos con otros haciéndonos daño.
Para eso la sabiduría japonesa cultiva desde tiempos milenarios el conocimiento de Oubaitori. En alfabeto se escribe (桜梅桃李) donde cada carácter representa una flor: cerezo, albaricoque, melocotón y ciruela.
Cada uno florece a su tiempo, sin prisa, justo en el momento en que debe suceder. Aunque todos florecen en primavera, cada uno tiene su propio ritmo, siguiendo un orden, una forma y un momento específico. Así mismo debemos hacer los seres humanos. No compararnos, porque cada quien tiene su propio camino y su momento de florecer.
Igual que cada una de esas flores, todos y todas aportamos algo único y especial al paisaje. Somos distintos, pero cada una embellece el panorama de forma irrepetible. Por eso es importante no medirnos con los demás. Cada uno tiene su propio progreso.
Oubatori nos invita a no juzgar ni juzgarnos. Permítete ser libremente, con tus propios colores y formas. Aprendamos eso de la naturaleza.
Te puede interesar:
Shigata ga nai: abrazar la vulnerabilidad
Wabi-sabi: encuentra la paz en la imperfección
Kaizen: la filosofía de la mejora continua
Gaman: Resiliencia ante las dificultades