Tras una noche de protestas cargada de tensión en la Delegación número XII de Seguridad Pública del Estado, el municipio amaneció con un tensa calma, pero con vestigios del descontento de la ciudadanía.
Dos patrullas yacían quemadas en las inmediaciones de la base policial.
La protesta se desató luego de que un agente estatal causara la muerte de un civil, Abel García Sastré, durante un operativo de auxilio, lo cual encendió la indignación de familiares de la víctima y habitantes que exigieron justicia.
A pesar del fuerte despliegue de seguridad de la Policía Ministerial, que acudió para trasladar al agente implicado, la multitud impidió el avance de la patrulla destinada al traslado, lo que escaló la situación en las instalaciones policiales hasta derivar en daños materiales, incluyendo las unidades quemadas.
Sin embargo, y a diferencia de los momentos críticos que se vivieron anoche, el ambiente en la localidad se ha mantenido pacífico durante las primeras horas del día, con habitantes y comercios operando normalmente.
Hasta el momento, las autoridades han señalado que el policía que disparó está detenido y a disposición de la FGE, mientras que los hechos violentos contra la corporación fueron realizados por un grupo que aprovechó la situación para atacar a la policía, lo cual se investiga y se procederá conforme a derecho.
Funcionarios locales se han negado a dar declaraciones, limitándose a afirmar que la situación está bajo control, lo cual no ha sido suficiente para apaciguar la inquietud entre los habitantes que presenciaron la intensa protesta nocturna.
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