La saturación del panteón municipal de Agua Dulce ha obligado a las familias a recurrir a cementerios privados, como el panteón "de los jubilados" en el ejido Piedras Negras. Sin embargo, lo que debería ser un lugar de descanso para sus seres queridos se ha convertido en una fuente de preocupación y abusos económicos para los dolientes.
De acuerdo con denuncias de la ciudadanía, el encargado del panteón "de los jubilados" impone precios arbitrarios por los espacios de sepultura, aprovechándose del dolor de las familias. Los costos de las bóvedas superan los 10 mil pesos para una persona, 13 mil para dos y hasta 15 mil para tres, sin opción de negociación o transparencia en los cobros.
Además, se ha señalado que aquellos que ya tienen familiares sepultados no pueden realizar construcciones por su cuenta, ya que solo se permite a albañiles designados por el encargado, quienes reciben un salario mínimo mientras las ganancias se distribuyen entre este y el presidente del ejido.
Estas prácticas han generado un clima de abuso y falta de opciones para las familias. Ante esta situación, los habitantes de Agua Dulce exigen la creación de un nuevo panteón municipal, donde el Ayuntamiento pueda regular y controlar los precios, evitando así la explotación económica de las personas en momentos de dolor.
Un nuevo espacio permitiría no solo brindar un lugar digno de descanso, sino también establecer un sistema justo que garantice el acceso a un servicio esencial para todos los ciudadanos, sin que se convierta en un negocio lucrativo para unos pocos.
La construcción de un nuevo panteón municipal es una necesidad urgente para Agua Dulce, una solución que podría devolver la tranquilidad a las familias y evitar los abusos que se están viviendo actualmente en cementerios privados.
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