Se cumplieron cinco meses del derrame de hidrocarburo (petróleo crudo), en el predio la Unión del municipio de Ixhuatlán del Sureste, generando un impacto ambiental a más de tres kilómetros por donde recorre el arroyo Nexmegata, actualmente el rancho conocido como la Piedra Imán, propiedad de la sección 11, esta convirtió en vertedero de desechos contaminados, que fueron extraídos de los márgenes del afluente.
La tarde noche del siete de noviembre del año 2023, pobladores del predio la Unión escucharon un fuerte estruendo y minutos después percibieron el olor a hidrocarburo (petróleo), varios de los ciudadanos temían que por el fuerte olor sufrieran intoxicación o alguno encendiera alguna bombilla y esto causará el incendio.
La espesa mezcla de material de color oscuro, chicloso, emanaba de un ducto activo de Pemex de veinticuatro pulgadas que pasa por en medio del predio, y se expandió por más de dos kilómetros de afluente Nexmegata, generando afectaciones en los municipios de Nanchital e Ixhuatlán del Sureste.
En los primeros días, se pudo observar a cientos de trabajadores colocando barreras oleofílicas y marinas, para que les facilitara la recuperación del producto a través de contenedores, UPV, así también embarcaciones y otras herramientas, que quedaban cubiertas del hidrocarburo.
Para evitar que se diera a conocer el impacto ambiental causado, durante tres meses la compañía Maraco, limitó el acceso a ciudadanos y a los medios de comunicación, asegurando que era el protocolo de seguridad lo establecía y así trabajaron varias semanas, en ese tiempo se creía que había un centro de almacenamiento y tratamiento, que se encargaba de recibir cientos de toneladas de residuos que fueron extraídos del afluente.
Esto solo fue una deducción de miles de personas, porque en el mes de enero ciudadanos del municipio de Ixhuatlán del Sureste y de Nanchital, observaron a orillas de la carretera Nanchital-Villa del Espíritu Santo, decenas de bolsas de color oscuro eran utilizadas para ocultar el material recuperado y estos fueron acarreados a varios metros del arroyo Mezcalizapa.
El tiempo programado para la limpieza, fue de dos meses, a partir de enero, la plantilla de obreros se redujo hasta que se retiraron del lugar, fue cerca de una cuadrilla la que se mantuvo resguardando la zona afectada y después no se supo nada de la remediación de daños.
El impacto ambiental causado a la flora y fauna en los municipios mencionados, se pueden observar cinco meses después del derrame, en los márgenes del afluente que tiene sus descargas al río Coatzacoalcos.
En el Rancho Piedra Imán, con el apoyo de maquinaria pesada fue creada una celda, donde se encuentran almacenadas varias toneladas de desechos, y a lo largo del afluente, árboles con rastros del producto químico, así como bolsas de plástico y pasto con las que se cubren los residuos del petróleo crudo, provocando la contaminación al suelo.
Es importante mencionar que la empresa Pemex, contrato compañías para efectuar la remedición de daños a la flora y fauna, siendo una de ellas la compañía Maraco, la cual se retiró del lugar sin concluir las labores de saneamiento, en la zona que le fue asignada.
A la fecha varios obreros que se dedicaron a extraer el producto químico, por casi dos meses aseguran que les quedaron a deber salarios y aún se mantiene cerrado el paso en el camino que conduce al río Coatzacoalcos el cual se encuentra ubicado en la colonia San Regino Orillas del río, ampliamente conocida como la estrellita.
Hasta el momento los encargados del rancho que fue convertido en el depósito de residuos, esta en espera que la Secretaría del Medio Ambiente efectúe el análisis del suelo, agua e instruya se lleve a cabo la reparación de daños de lo contrario procederán de manera legal en contra de quienes provocaron los daños a la propiedad.
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