A pesar de que diciembre ya está en marcha, los vendedores de dulces confitados y frutos secos no han experimentado el ansiado repunte en sus ventas.
Los introductores de estos productos, típicos de la temporada navideña, atribuyen la baja demanda a una combinación de competencia desleal y el cuidado extremo con el que las familias están administrando sus gastos.
En el mercado Campesino, uno de los puntos clave para la venta de estos productos, los comerciantes señalaron que este año nuevamente enfrentan bajas ventas, lo cual consideran no es buen augurio para el resto de la temporada.
Quienes se han dedicado a la comercialización de estos productos por años, se quejan de vendedores ambulantes o semi-fijos, muchos provenientes de ciudades vecinas, quienes logran colocarse en mejores áreas por toda la ciudad, lo que consideran competencia desleal.
"La situación ya es complicada con las ventas bajas, y todavía nos desplazamos con competencia que no respeta las mismas reglas. Esto afecta mucho porque no logramos captar a los compradores que pasan por el centro", expresó María Hernández, una comerciante con más de 15 años en el negocio.
Para los comerciantes, este inicio de diciembre se siente desolador en comparación con años anteriores, cuando el espíritu festivo y las compras ya comenzaban a notarse desde finales de noviembre.
"A estas alturas ya debería verse más movimiento. No solo no hay clientes, tampoco se siente ese ambiente navideño. Tal vez la inflación y las deudas de todo el año están pesando mucho en las familias", reflexionó Carmen, otra introductora del mercado local.
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