Las orillas del río Tonalá se encuentran invadidas de palotada lo que impide a los bañistas caminar por esa zona, debido que tienen esquivar lirio, pedazos de maderos y hasta basura inorgánica.
Revuelto con los desechos naturales también hay basura, principalmente bolsas de botanas, botellas de refrescos y cervezas, incluso hasta garrafas para aceite automotriz.
Los restauranteros manifestaron que, a pesar de realizar trabajos de limpieza en esta región, el río que divide a los estados de Veracruz y Tabasco sigue arrojando palotada, lo representa un riesgo a las embarcaciones menores debido que las hélices de sus motores fuera de borda podrían estropearse.
Incluso la zona donde permanecían amarradas las lanchas ha sido retirada del lugar, debido que el cúmulo de desechos imposibilita el abordaje y el traslado de las herramientas para las artes de pesca.
Es tal la cantidad de desechos que las personas han dejado de caminar por las orillas, práctica que es utilizada por las personas adultas como terapia anti estrés.
Tal vez por estas condiciones, la zona restaurantera luce vacía y sin ninguna actividad productiva, lo que afecta severamente a este sector quienes no están teniendo ingresos durante el último mes de este año.
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