La situación para los ganaderos del sureste veracruzano es crítica, debido a la devastación provocada por la prolongada ola de calor y sequía.
En ranchos afectados, los pastizales han sido arrasados por el sol abrasador, dejando al ganado sin alimentos ni agua suficiente, lo que ha resultado en pérdidas considerables para los productores.
La falta de pasto ha llevado a una alarmante pérdida de peso y mortalidad del ganado, representando un doble golpe económico para los ganaderos, por lo que han optado en adquirir pacas de sorgo como alternativa de alimentación.
Cada paca tiene un costo de entre 60 y 80 pesos y sirve únicamente a un solo animal por paca La cual sería consumida por un día.
Para dimensionar el impacto económico, un pequeño productor con 10 cabezas de ganado enfrentaría un gasto mensual cercano a los 20 mil pesos solo en alimentación, lo que representa un desembolso importante en circunstancias complejas.
Los ganaderos reconocieron que en lugar de engordar su ganado, están luchando por mantener con vida al hato durante esta temporada de sequía que es muy intensa.
Los afectados señalaron que las perdidas serán absorbidas en su totalidad por ellos mismos, ya que actualmente no hay un programa gubernamental que apoye a este sector productivo dañado por los fenómenos naturales.
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