En los últimos meses de Marcos Estrada como presidente municipal se completó la obra denominada como ‘ciclovía’, la cual tenía el objetivo de brindar un paso seguro a los ciclistas, desde la entrada de la ciudad, hasta el parque Diana Laura aproximadamente.
Dicho proyecto ha fracasado por la falta de voluntad de la alcaldesa de Las Choapas, Mariela Hernández, quien no ha tenido interés en apoyar a la creciente comunidad ciclista de su municipio para que circulen con más seguridad.
Actualmente pudimos notar en un recorrido, realizado por esta casa editorial, que los conductores de vehículos invaden la ciclovía para utilizarla como estacionamiento privado, pues cuentan con cocheras en sus domicilios.
El mismo fenómeno encontramos en zonas de trabajo como instalaciones de Pemex, el hospital de la paraestatal, el campo de beisbol Miguel Becerril Fernández y afuera de distintos negocios ubicados en la entrada del municipio.
Incluso hay sitios donde comerciantes informales han invadido el paso exclusivo de bicicletas, sin que la autoridad municipal haga algo al respecto, como el remolque instalado frente al campo de beisbol donde se venden tacos de trompo.
Al parecer el abandono del proyecto radica en que fue impulsado por la administración anterior, siendo el celo político lo que se sobrepone al beneficio de la ciudadanía, especialmente al sector deportivo, de los ciclistas y su seguridad.
El pasado 8 de julio se cumplió el primer año desde que el nuevo puente Los Soldados fuer abierto a la circulación, tras una construcción copada de problemas; pues ahora los accesos y los carriles vehiculares del puente están llenos de baches.
Esto refleja lo que tantas veces se señaló y se presentía, que la empresa a cargo del proyecto estaba empleado materiales de mala calidad y sin realizar los trabajos con la metodología correcta, pues este tramos debería durar en buenas condiciones cuando menos cinco años.
Pero los baches comenzaron a formarse a los pocos meses, conforme avanzó el tiempo aumentaron de tamaño los huecos, algunos han sido tapados con tierra por habitantes de la zona a cambio de algunas monedas de los conductores.
Los pobladores de los ejidos, tanto de Agua Dulce como de Las Choapas -pues este puente forma parte del límite geográfico entre ambos municipio- no han reclamado por temor a que nuevamente se cierre el paso por semanas o incluso meses.
“Ahora el puente está en sintonía con el resto de la carretera”, dicen con gracia algunos vecinos, en relación a que ahora el puente tiene el mismo mal estado con el resto de la carretera El Paralelo-Las Choapas.
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