Rosalinda de la Paz Ramírez, lleva veinte años realizando antojitos con sazón del Istmo, recordando sus raíces agasaja a los comensales los fines de semana con deliciosos horneados de pollo y de cerdo que los hace chuparse los dedos, es importante recordar que en Nanchital, son pocas personas pueden elaborar esta delicia de platillos.
Rosita, como es conocida en el mercado J. Bermúdez, explico a Diario del Istmo, "estoy aquí gracias a las enseñanzas de mi suegra, siempre tengo presente cada una de las recomendaciones, recetas y consejos que mi segunda madre compartió durante el tiempo que estuvimos juntas".
“Cuando llegue a la casa de ni novio, hoy esposo, yo no sabía hacer nada, con ella aprendí a elaborar, la comida que al amor de mi vida le gusta, el toque especial que le pongo a mis guisos es amor, que se cultiva día a día, con el agradecimiento de mis clientes, en cada antojito que consume mis clientes que recuerdo a mi suegra”, comentó Rosita.
El local donde hoy vende garnachas, tamales de mole negro, res, frijol, chamchamitos, molotes, plátanos rellenos, bolitas de queso, champurrado, y los fines de semana el horneado de pollo acompañado de puré de papa y de cochino, pescado lampreado y coliflor, le fue heredado por la madre de su esposo.
“En el local que hoy me encuentro estuvo trabajando mi suegra, su apoyo me sirvió para contribuir con los gastos de mi casa, en ocasiones mi esposo e hija me apoyan atendiendo a los clientes, quienes realizan buenos comentarios de los alimentos que preparo y que son muy solicitados”.
Antes de finalizar la vista en el mercado, Antonio J. Bermúdez, Rosita, mencionó, es fácil localizar el establecimiento, me encuentro, está a un costado de la tienda de abarrotes Torres, y recuerden consumir los que Nanchital produce.
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