Hasta cinco años o más, es el tiempo que debe de transcurrir antes de talar los árboles de navidad, hoy comercializados en Minatitlán, procedentes de Orizaba Veracruz.
Rafael Bajonero con 10 años de labores expuso que, por cada pino que se vende en las calles, tienen la obligación legal de sembrar por lo menos tres más.
Para tal efecto, pueden comercializar cada árbol entre 200, 300, 500 o 600 pesos, reconociendo que al momento las ventas se encuentran bajas, justificando el tema por la falta de economía.
“La siembra de estos pinos se hacen en terrenos que ya no son aptos para otros cultivos y así se les da el uso de que cobren de nueva cuenta nutrientes, al mismo tiempo que los árboles generan oxígeno”, dijo la fuente.
Es un trabajo del que dice que viven decenas de familia en Orizaba y otros lugares de la entidad Veracruzana, por lo que invitó a la población a que lleven el pino veracruzano a su hogar.
“Son árboles frondosos que se cuidan por años para que llegado su tiempo se pueda hacer el corte y la comercialización de los mismos”, agregó, al decirse optimista para recuperar el trabajo invertido.
En tanto Rafael Bajonero ofrece la mercancía en avenida Justo Sierra, casi esquina con Roma de la colonia Nueva Mina, como lo viene haciendo desde hace una década, y lo que representa el sustento para su familia.
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