Vianey fue abusada sexualmente por Gregorio cuando era una niña de 12 años de edad, la hizo su mujer a los 15 y a los 22 la asesinó a cuchilladas. Sin que nadie pudiera evitar este final trágico, cuentan vecinos de Oluta.
El suegro de la hermana de Vianey abusó de ella en una de las visitas a su casa, solo tenía 12 años de edad. Tres años después Gregorio, su abusador, la tenía viviendo en su casa como su mujer. “Yo hablé con ella pero no quiso escucharme, de hecho yo ya lo tenia detenido cuando él se la llevó, pero sus familiares pagaron abogado y lo sacaron y pues ella se encaprichó con él también, porque dijo que no lo quería dejar, que no quería que se lo encarcelaran” expresó a medios, Juana de Dios Vázquez, madre de la víctima.
“Ella no estaba enamorada, sufría violencia, manipulación, vivía con miedo, con culpa”, había generado un lazo emocional con su agresor sintiéndose responsable de las agresiones recibidas. En Oluta, se refieren a Vianey como una niña que le tocó duro para salir adelante, sola y sin apoyo, en una familia conformada por 10 hermanos.
La abuela, una señora cansada por la edad, hizo lo que estuvo en sus manos. Vianey como mujer de Gregorio tenía un techo para dormir pero para comer le tocaba trabajar, pues una vez que se ganó su confianza, luego de convencerla que el abuso sexual había pasado por el “profundo amor” que le tenía desde pequeña, se la llevó a vivir con él, y desde entonces se la pasaba embriagándose y a golpes la amenazaba si por su mente pasaba irse.
Fue el fin de semana que Gregorio de 56 años de edad asesinó a Vianey de varias cuchilladas en todo el cuerpo, “el estómago quedó completamente destruido, muriendo a los pocos minutos”. Gregorio no solo era un pederasta ahora se había convertido en asesinó, la familia cuenta que trato de idear un plan para desaparecer a Vianey, “quiso ganar tiempo para limpiar la escena”, relata Juana de Dios, madre de la víctima. Pero como había antecedentes de abuso, de violencia, de amenazas de muerte en contra de Vianey, Juana no le creyó y llamó a la policía, y se encontraron con una mujer más asesinada en el país. “El sin vergüenza mando a buscarla que si yo no la tenía en el puesto (negocio de tacos) sabía que ya la tenía muerta en el cuarto, la quería dar por perdida, pero como yo no creía en sus mentiras le hablé a la policía y me fui, pero desafortunadamente ya no la encontré con vida”, recuerda.
Un mes anterior, la madre cuenta que Gregorio encerró a Vianey en la casa y la amenazaba con un machete en mano de matarla, y luego él se suicidaría si ella se atrevía a dejarlo. Y así fue, una muerte anunciada.
Gregorio se encuentra detenido por feminicidio, después de matar a Vianey se provocó unas pequeñas heridas, simulando que intentó suicidarse, nada que pusiera en peligro su vida, señala la familia que exige justicia. Mientras que Vianey por fin descansa en un ataúd de tanto abuso que desde niña sufrió, no pudo escapar de su agresor, no recibió ayuda, y hoy se suma a la estadística de mujeres asesinadas que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Veracruz comparte el Segundo lugar a nivel nacional con Nuevo León, de enero a marzo reportan 21 feminicidios.
Vianey será sepultada este lunes a las 10 horas en el municipio de Oluta.
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