Estatua de Miguel Alemán y Palacio de Acayucan sin declaratoria histórica | VIDEO

Frente al palacio municipal, existe un pedestal del General revolucionario, Miguel Alemán Gonzalez, quien aparece de pie vistiendo el uniforme militar y un rifle en sus manos, con el  que el autor quiso dar un mensaje de unidad, en el que hombre y armamento se funden, se ligan de tal forma, que no pudiera separarse.

Realizada por el escultor veracruzano Carlos Bracho; en la base de la estatua existe la siguiente leyenda, “Acayucan agradecido a su ilustre hijo C. Gral. Miguel Alemán González sacrificado en aras de sus nobles ideales libertarios. Nace el 29 de abril de 1877, muere el 19 de marzo de 1929. Cooperación del Gobierno del Estado y de la Comisión del Papaloapan. Febrero de 1950”.

Esa misma Comisión, por encargo del entonces presidente de la república, Miguel Alemán Valdés, se construyó el palacio municipal, uno de los edificios mas grandes y considerado arquitectónicamente más hermosos del Istmo de Tehuantepec.

Según el periodista José Luis Ortega Vidal, “existe la versión no comprobada, de que Miguel Alemán intentó crear el Estado del Istmo de Tehuantepec con Acayucan como capital y por eso hicieron ese Palacio”

 Tal historia la contó el ex alcalde acayuqueño, Manuel López Guillén (+), al reportero José Luis Ortega, durante una charla en Xalapa, con la presencia del ex alcalde Rosalino Guillén Tapia y su hermano el Poeta Orlando Guillén.

Historiadores consultados por José Luis Ortega, respondieron que no conocen documentos sobre ese tema en el Archivo General de la Nación.

La idea de quitar el monumento.

De acuerdo con el director del archivo municipal de Acayucan, documentalista e historiador, Josué Viveros; desde hace dos o tres años, existe la idea de quitar el monumento de Miguel Alemán González a fin de librar la imagen del palacio municipal, para quienes quieran tomar una fotografía de frente del palacio municipal.

Sin embargo, tanto la estatua de bronce como el palacio municipal hecho con adornos de cantera y techo de tejas; son parte de la imagen de Acayucan, consideró el archivista consultado por Imagen del golfo.

“Desde hace uno dos o tes años, que para tomarle una fotografía quieren ver el palacio sin ese monumento, pero, cierro mis ojos y veo el palacio sin el monumento como que le hace falta algo, cuando se diseñó ese palacio, de inmediato se le puso ese monumento, estamos acostumbrado a El y en nada les afecta” opina.

Afirma que tanto el palacio como la estatua, son uno mismo como lo intentó en su momento, plasmar su autor, con la simbología del arma tomado por el General.

Esa estatua tiene más de 73 años y hace honor a la historia del General, quien participara en el movimiento revolucionario de 1906, generado en Acayucan como preámbulo del levantamiento armado de 1910.

Josué Viveros afirma que la estatua y el palacio municipal, fueron parque del paquete de obras que ordenó realizarse en Acayucan durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés, lo cual convirtió a Acayucan en una ciudad moderna a la altura de las grandes urbes de la capital del país.

“Con un paquete muy interesante, porque ya hubo el cambio de una ciudad pequeña, a una ciudad ya con la infraestructura como cualquier ciudad moderna de aquel momento, para eso ya hubo un entronque de caminos, que es la Costera del golfo y la transistmica. Se pavimentó el primer cuadro de la ciudad” comenta.

Sin declaratoria ni protección.

Pese a su historia y antigüedad, la idea de remover la estatua o modificar el palacio municipal, es un riesgo real.

Y es que, no existe ninguna declaratoria de patrimonio cultural o histórico que lo proteja como lo establece la ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicas, artísticos e históricos que está vigente en el país.

Durante el periodo del ahora diputado local, Marco Antonio Martínez Amador, éste proyectó modificar el parque Benito Juárez, remover la estatua y construir un estacionamiento subterráneo, lo cual afortunadamente no se hizo.

En periodos pasados, la cantera que protege algunas paredes y pilares del palacio municipal, fueron pintados con pintura acrílica; siendo rescatado una parte de ella, en la administración de Cuitláhuac Condado Escamilla, que fue del 2018-2021. 

El año pasado, la Secretaría de desarrollo agrario, territorial y urbano (SEDATU) remodeló el parque Benito Juárez y retiró la estatua de Miguel Hidalgo, pero respetó la de Miguel Alemán González y rehabilitó el kiosco central que también se ha convertido en una imagen icónica de la ciudad.

Para que haya una declaración de patrimonio cultural o el reconocimiento de edifico y monumento histórico de Acayucan, tanto del palacio municipal como el de la estatua, según el procedimiento técnico PT-IH para la elaboración de trabajos valuados que permita determinar el valor del inmueble histórico, debe promoverse por alguna autoridad esa medida ante las autoridades correspondientes.

Esa regulación establece que "Son todos aquellos inmuebles, construcciones o sitios clasificados por el INAH, el INBA u otra autoridad federal o estatal con atribuciones, mediante un proceso técnico administrativo en que se declare que debido a su identificación, ubicación y cuantificación de edificaciones representativas con carácter histórico, artístico, cultural, social, político o religioso el inmueble en cuestión forma parte de la identidad del país, de una ciudad, población o barrio y por consiguiente, debe ser preservado”.

Los artículos 35 y 36 de la ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos, señala que “Son monumentos históricos los bienes vinculados con la historia de la nación, a partir del establecimiento de la cultura hispánica en el país, en los términos de la declaratoria respectiva o por determinación de la Ley.

Por determinación de esta Ley son monumentos históricos:

I.- Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades civiles y militares. Los muebles que se encuentren o se hayan encontrado en dichos inmuebles y las obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX inclusive”.