En las últimas dos semanas, comerciantes hidrómilos han sido blanco de un alarmante incremento en intentos de extorsión telefónica, según fuentes policiales, quienes se han enterado por reportes que carecen de una denuncia formal ante la FGE.
Los delincuentes han utilizado números locales y foráneos para contactar principalmente a propietarios de chatarreras, talleres mecánicos y otros negocios de reparación, aunque no se descarta que profesionistas también sean blanco de estas llamadas.
En la zona centro de la ciudad, algunos comerciantes han reportado haber recibido llamadas en las que se les exige el pago de cuotas que oscilan entre los 300 y 800 pesos mensuales, bajo amenazas de represalias en caso de no cumplir con la exigencia.
A pesar de la preocupación generada, las autoridades estiman que estas llamadas provienen de personas que operan desde centros penitenciarios, recopilando información a través de redes sociales o el contacto al azar con los negocios.
Las corporaciones de seguridad exhortan a la población a no caer en pánico y, en caso de recibir una llamada de este tipo, no proporcionar información personal ni acceder a las exigencias económicas, colgándonoslos inmediatamente.
Se recomienda denunciar de inmediato a la Policía Estatal, al número de emergencias 911 o directamente en la comandancia de la Policía Ministerial, donde los detectives iniciarán el proceso de investigación correspondiente.
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