El abandono de las instalaciones de "El Plan" en Las Choapas: un problema que exige atención | VIDEO

Las instalaciones de "El Plan", ubicadas en Las Choapas, representan hoy un claro ejemplo del deterioro y abandono que afecta antiguas propiedades de Petróleos Mexicanos (Pemex). Estas decenas de hectáreas, que en su momento albergaban una actividad petrolera dinámica, se han convertido en terrenos invadidos por el monte y el olvido administrativo.

Desde la entrada de las instalaciones hasta el centro de la ciudad, el panorama es desolador. El bulevar Antonio M. Quirasco, rodeado de antiguas estructuras petroleras, refleja el abandono.

Casetas de vigilancia inutilizadas, búnkeres y edificaciones arruinadas son ahora refugio para personas en situación de calle o adictos, quienes las utilizan para pernoctar, consumir sustancias, realizar sus necesidades y cometer actos indecorosos.

A pesar de que algunas áreas están cercadas por bardas, la vegetación desbordada sobrepasa estos límites, dejando en evidencia el estado de descuido. 

UNIDADES ABANDONADAS

Incluso en las zonas que aún cuentan con cierta funcionalidad, como el área del departamento eléctrico, se pueden observar camionetas de Pemex estacionadas desde hace años, cubiertas por el polvo y el óxido, testigos mudos de una era más próspera.

La población choapense ha alzado la voz, exigiendo a Pemex una solución a este problema que, además de proyectar una imagen de decadencia, representa un riesgo para los habitantes de la zona.

Los vecinos demandan que, si las instalaciones no pueden ser reactivadas, se destinen a fines que beneficien a la comunidad, como espacios recreativos, culturales o deportivos.

El llamado es claro, el abandono de "El Plan" no solo es un símbolo de la desidia, sino una oportunidad perdida para revitalizar Las Choapas y devolverle un sentido de orgullo y utilidad a estos espacios.

La responsabilidad está en manos de los administradores de Pemex, quienes deben responder con acciones concretas a las necesidades de una comunidad que merece mucho más que el olvido.