Aurora, una mujer que literalmente nació en "cuna de oro" en el siglo pasado, sigue marcando huella en la época moderna por su historia de amor y sacrificio que ha trascendido en este nuevo milenio.
Esto forma parte de las muchas leyendas que se escuchan en lo que hoy se conoce como el panteón de la colonia Santa Clara, un lugar que compone alrededor de seis hectáreas que en el pasado conformó un enorme rancho.
El pecado de aquella joven fue enamorarse de uno de los trabajadores del lugar, amor que llegó más allá del romance, lo que por supuesto enfureció a la familia de la chica que intentó obligarla a casarse con un hombre adinerado de la época.
Lo que se sabe, es que al gran amor de su vida lo mandaron a matar con la firme intención de alejarlos, lo que llevó a la mujer a enloquecer de amor y llegar hasta un enorme árbol de nacaste en el que habría atado una cuerda, para después ponerla en su cuello y dejarse colgar.
A más de un siglo de distancia, la historia de Aurora sigue teniendo fuerza, pues son muchas las personas que aseguran han visto la silueta de una mujer con un vestido blanco colgada del árbol, que en la actualidad mide alrededor de 30 metros de altura, con una longitud de nueve metros, el cual es icónico en el cementerio.
Don Gabriel Ramírez Pérez presidente del patronato pro mejora del cementerio, es el hombre que guarda con celos la leyenda de Aurora, mismo que la comparte y honra a la memoria de la mujer que forma parte del inmueble.
Aunque se desconoce a dónde quedaron los restos de la dama, su triste final sigue envolviendo al panteón que hace una semana cumplió su primer centenario de fundación.
Como parte de la costumbre, desde hace varios años se cuelga a una muñeca con vestido blanco en lo más alto del árbol, en alusión al tema hoy abordado.
Con ello, el enorme árbol que hoy ofrece una espectacular sombra a las decenas de tumbas que hay a su alrededor, siendo parte de la vida y muerte de Aurora.
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