Confirma Ángela Quintero Ramírez que su hijo recién nacido, murió por una fuerte caída en los momentos que a una enfermera se le resbaló de las manos, a los escasos minutos del parto en el Hospital General de Minatitlán (HGM).
“Lo vi y lo escuché, el bebé nació vivo, estaba normal, lo estaban limpiando, pero la muchacha (enfermera) creo lo quiso voltear y se le ha de ver caído, lo estaba limpiando con una manguerita y luego le estaban sacando flemas”, recordó en entrevista concedida a este medio.
Dijo que, al momento de la caída, lo único que escuchó fue el quejido del bebé, del que le argumentaron había fallecido por asfixia con su propio excremento.
La vecina de la calle Río Blanco en la colonia Miguel Hidalgo recalcó que en el seguimiento médico que llevó durante el embarazo, no hubo anomalía alguna, lo que la llevó a dar a luz la mañana del día lunes, a través de una cesárea.
“Yo lo escuché y me lo enseñaron”, reiteró la mujer de 31 años y la que hoy perdió a su primer bebé, el que fue sepultado la tarde de hoy miércoles, posterior a la alta voluntaria que solicitó para despedirse de la criatura, solicitud que le fue prolongada.
“Yo llegué con mi bebé moviéndose, no pudo nacer muerto, me dijeron que había muerto con la popo, que no era importante si se movía o no, pero mi bebé se movía y nació vivo, yo lo vi”, agregó la mujer.
Ahora se espera que el caso sea presentado en la Fiscalía, quedando como evidencia, las fotografías tomadas al cuerpo del infante, el que a simple vista lució hundimiento en el cráneo, en la parte superior del ojo izquierdo, y otros hematomas.
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