Corredor Interoceánico: esta es la empresa que ganó la licitación de San Juan Evangelista

A unos días del cierre de año, el gobierno federal dio a conocer un primer bloque de cinco parques industriales, del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que ya fueron otorgados en licitación a las empresas ganadoras.

Mota Engil México, Grupo Constructor Urcedic y Profharmax en asociación con Transportadora Comexsa resultaron ganadoras de la licitación del primer paquete de los Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebis) del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).

Cinco empresas mexicanas se adjudicaron los contratos del primer proceso de licitación del país, las cuales van a desarrollar igual número de parques industriales a lo largo del Corredor Transistmico de Tehuantepec.

Grupo Constructor Urcedic construirá:

San Juan Evangelista, este Podebis con 360 hectáreas, se encuentra a 3.5 km del nodo ferroviario de Medias Aguas donde intersecciona con la vía transístmica con la que va al centro y norte del país lo que le permite un potencial de conectividad. Asimismo, se ubica a 7.5 km de la carretera federal MEX-185.

¿Quiénes son Grupo Urcedic?

Son una empresa fundada en febrero de 1994. Más de 25 años de trayectoria en la industria de la construcción, teniendo participación en diferentes obras dentro de la República Mexicana.

Buscan desarrollar y construir proyectos que atiendan las necesidades de infraestructura con la mejor relación costo-beneficio, comprometiéndonos con el desarrollo sustentable y el medio ambiente en nuestras operaciones, la sociedad y la seguridad en general.

Con la coordinación del Corredor Interoceánico, se modernizará el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, se ampliarán los puertos de Coatzacoalcos en Veracruz y Salina Cruz en Oaxaca, se fortalecerá la infraestructura carretera y de caminos rurales, así como la red portuaria, y se construirá un gasoducto para abastecer a empresas y consumidores domésticos.

Las cinco concesiones se otorgarán por un plazo de dos años, prorrogables hasta por cinco años más. Durarán hasta que los gastos de capital erogados impliquen una pérdida para el inversionista si no lleva finalmente a cabo el proyecto, para evitar la especulación. Una vez que se alcance este punto, dejará de ser una concesión y se convertirá en propiedad privada.

Si no se han realizado las inversiones correspondientes en los primeros dos años de la concesión, ésta será retirada.