Una cantina que operaba sin los permisos correspondientes fue clausurada por personal de la Dirección de Comercio del Gobierno Municipal, luego de detectar su funcionamiento clandestino a pocos metros de un centro educativo.
El establecimiento, ubicado sobre el Boulevard Antonio M. Quirasco, entre las calles Oscuacan y Pailebot, se encontraba a tan solo 90 metros de la Escuela Secundaria General, infringiendo los artículos 124 y 125 del Bando de Policía y Buen Gobierno, el cual apenas el año pasado fue elevado a rango normativo.
Autoridades municipales colocaron los sellos de clausura en el acceso principal del local, impidiendo su reapertura hasta nuevo aviso; durante el operativo, se confirmó que el lugar operaba sin la documentación necesaria para la venta y consumo de bebidas alcohólicas, además de incumplir con los requisitos que regula la proximidad de este tipo de establecimientos respecto a instituciones educativas.
El procedimiento fue llevado a cabo sin incidentes y bajo las disposiciones legales vigentes, sin embargo, las autoridades exhortaron a los dueños de establecimientos similares a cumplir con la normatividad correspondiente para evitar sanciones y clausuras.
Por su parte, padres de familia y los mismos colonos manifestaron su preocupación por la cercanía del negocio con el plantel educativo, señalando posibles riesgos para los estudiantes, debido que ya se estaba volviendo recurrente ver a personas en estado de ebriedad caminando por las banquetas e insultando a los alumnos.
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