La pandemia causó la muerte de cinco miembros de la sociedad istmeña de San Diego de Alcalá y muchos más se han salvado de esa enfermedad luego de haberse contagiado, por eso la comunidad da gracias a su santo patrono por la intercesión que hubo de su parte, dijo el presidente de esa organización social, Juan Manuel Cabrera.
La fiesta de San Diego de Alcalá, santo patrono de los ciudadanos con origen en Oaxaca pero radicados en Acayucan, este año, por segunda vez en forma consecutiva no fue en grande como se hacia antes de la pandemia.
Los mayordomos y la dirigencia de la misma sociedad se limitaron a un recorrido por las calles de Acayucan, saliendo del barrio Zapotal, hasta la parroquia de San Martin Obispo, donde se ofició una misa. Luego acudieron a un salón social con algunos cuantos invitados especiales.
La pandemia del coronavirus ha impedido dos años seguidos el festejo en grande.
“Primero Dios el próximo año vamos a hacerlo en grande, como antes” dijo Juan manuel Cabrera.
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