Cien trabajadores del campo Rabasa esperan pago atrasado de 20 semanas

A tan solo un día para la celebración de la Navidad, más de cien trabajadores de Cocomex Energy, contratados por Petróleos Mexicanos (Pemex) para el proyecto de instalación de motocompresoras en el campo Rabasa, siguen sin recibir el pago de sus salarios desde hace más de cinco meses, es decir, más de 20 semanas. 

La situación ha generado una profunda crisis económica entre los empleados, quienes aseguran que la falta de pago les ha obligado a recurrir a préstamos y compras a crédito para subsistir.

"La Navidad se acerca, y no tenemos ni para la cena ni para comprar los regalos a nuestros hijos", expresó uno de los afectados, visiblemente preocupado por la difícil situación que atraviesan sus familias.

Cocomex Energy culpa a Pemex por el retraso, pues les aseguran que no han liquidado las facturas recientes, aunque la empresa tiene años trabajando para la paraestatal con ganancias millonarias, las cuales podrían solventar la nómina mientras se realizan los cobros correspondientes a nivel gerencial.

MANIFESTACIÓN

Aunque los trabajadores se. manifestaron con una jornada de "brazos caídos" el mes pasado, fueron obligados a retornar a laborar con amenazas de terminación de contrato, abusando de la necesidad de los hidrómilos por tener una fuente de empleo.

Las familias, principalmente las esposas de los empleados, también han comenzado a organizarse para manifestarse en el campo Rabasa, denunciando amenazas veladas para que los trabajadores no exijan públicamente el pago de sus salarios.

A medida que las semanas pasan, la desesperación crece entre los afectados, quienes han visto cómo sus vidas se complican debido a la falta de un pago justo por su trabajo.

Las esposas, que también cargan con la responsabilidad de cuidar de sus hijos, aseguran que el retraso salarial ha afectado gravemente la economía familiar, y piden respuestas inmediatas.

DERECHOS LABORALES

A días de Navidad, los obreros de Cocomex Energy siguen sin respuestas, mientras sus familias enfrentan una de las peores crisis económicas de su vida, sin saber si podrán celebrar las festividades como se merecen.

La falta de pago de salarios es una violación flagrante de los derechos laborales, y la actitud indiferente tanto de Cocomex Energy como de Pemex ante esta situación pone de manifiesto el desprecio por los trabajadores que sostienen la industria energética del país.