Para los agricultores del municipio de Agua Dulce, las primeras lluvias que cayeron este martes les representó una esperanza para no perder su cosecha.
Luego de más de tres meses que no cayera ni una sola gota de agua y aunado con las temperaturas que superaron los 43 grados, algunas cosechas estaban apunto de morir, por lo que con las precipitaciones se recuperaron.
Los productores precisaron que con el agua también se generan condiciones para que se presenten las plagas, sin embargo, estarán atentos para fumigar y evitar que puedan ser destruidas por los organismos nocivos.
Consideraron que esta temporada de sequía fue una de las más severas, no solo por la falta de agua, sino que las temperaturas fueron de las más altas registradas en esta ciudad.
Esperan que al finalizar el año, tengan ganancias y no perdidas como en los años anteriores cuando las cosechas se pierden por los efectos del clima, tanto como por la sequia o la abúndate lluvia.
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