El narco de Colombia se ha valido de la agroindustria azucarera en Veracruz para lavar dinero e incluso transportar droga fuera del país en costales de azúcar, reveló a Imagen del Golfo Ricardo Ravelo, escritor y especialista en temas de seguridad y narcotráfico. Se trata de los 'invisibles'. Mafiosos que no parecen mafiosos.
“Son un grupo de inversionistas que llegaron hace 5 años al ingenio San Gabriel. Entonces invirtieron dinero, echaron a andar la fábrica, la estuvieron manejando un buen rato”, detalló Ricardo Ravelo a Imagen del Golfo.
Adaptados a la tecnología y al empresariado criminal, los 'ejecutivos' de Colombia buscaron y consiguieron pasar como ‘invisibles’ por Veracruz.
Con ‘camuflaje’ de inversores, las autoridades federales y estatales les dieron la bienvenida a territorio veracruzano a los emisarios del narco de Sudamérica. Supuestamente contribuirían a la bonanza de la entidad.
Los operadores del crimen de Colombia burlaron sin dificultad a las autoridades mexicanas y de Veracruz, ávidas por presumir inversiones y logros financieros. La reapertura de los ingenios Independencia, San Gabriel, Nuevo San Francisco y La Concha, en el estado de Veracruz, generaría hasta 40,000 puestos de trabajo, lo que contribuiría a reactivar la economía de la entidad, manifestaba festivo el Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera, en voz de Adrián Sánchez Vargas.
“Producían azúcar (…) Cuentan las versiones que en costales de azúcar movían cargamentos de cocaína fuera del país. La inversión que habían hecho en la industria azucarera era dinero del narcotráfico que usaron para lavarlo, echando a andar la inversión para el ingenio San Gabriel”, manifestó Ricardo Ravelo.
La técnica para mover sustancias ilegales, también conocida por rip-off, consiste en ocultar la droga en un contenedor con carga legal de una compañía que no levante las sospechas de los controles aduaneros. La sustancia suele ir dentro en bolsas, mochilas u objetos similares que permitan su fácil manipulación y extraerla en el puerto de destino o de tránsito, evitando las inspecciones.
Un decomiso de droga en Tuxpan encendió las alertas sobre la presencia de grupos del crimen de Colombia en Veracruz y posibles nexos con la mafia china.
En enero de 2019, la Secretaría de Marina-Armada de México aseguró bultos que contenían aproximadamente 29 kilogramos de cocaína, cargamento localizado a bordo del Buque “Hunan” de bandera de Singapur, procedente de Barranquilla, Colombia, con destino a Nueva Orleans, Estados Unidos.
Esta acción se realizó como resultado de trabajos de campo y gabinete luego de que se tuvo conocimiento que citado buque transportaba carga ilícita, por lo que durante las maniobras de descarga en el Muelle de la Terminal Marítima de Transunisa, al ser inspeccionado física y visualmente por personal naval y de la Aduana Marítima, se encontraron en la bodega número uno 29 bultos entre la carga de rollos de alambrón, con un peso aproximado de 29 kilogramos, de cocaína, reportaron las autoridades federales.
De acuerdo con Ricardo Ravelo, también funcionarios de aduanas en Coatzacoalcos y Veracruz Puerto han servido a los intereses del crimen organizado.
Respecto a quienes han señalado que las aduanas en Veracruz no están a merced del crimen organizado, sostuvo: “No hay ninguna aduana blindada, en principio (…) Por ahí entra todo el contrabando -y Veracruz es clave en ese manejo-, y eso lo saben los agentes aduanales, lo sabe el titular de la aduana, lo sabe el SAT: por las aduanas entra droga, precursores químicos, entra dinero, armas. (También textiles, ropa, juguetes chinos, cigarros). Por las aduanas entran autos de contrabando que vienen de otros países, particularmente de Estados Unidos”.
El capo colombiano Diego Montoya, conocido como 'Don Diego', ex jefe del Cártel del Norte del Valle, reveló que desde el aeropuerto de Veracruz movilizó cargamentos de droga desde Colombia desde 1992 hasta el 2007.
En este tiempo Veracruz fue gobernado por Patricio Chirinos, Miguel Alemán y Fidel Herrera, sin que ninguno de los tres ni el Gobierno Federal hubiesen detectado las operaciones del narco colombiano en este estado.
Don Diego, antes de ser operado de su pierna izquierda, se comprometió con el FBI a testificar en el juicio contra narcos mexicanos.
Según el narcotraficante colombiano, Joaquín Guzmán Loera le compraba 15 toneladas de cocaína al año. La droga la transportaban en aviones King Quest, Grumman, Commander y Convert, los cuales aterrizaban en los aeropuertos de Veracruz, Los Mochis y Torreón, y tiene en su poder las matrículas.
Actualmente los mafiosos parecen menos mafiosos. Menos ostentosos y con la imagen de empresarios exitosos, los colombianos realizaron desde Veracruz operaciones financieras y de trasiego de sustancias ilícitas sin que ninguna autoridad les indagara.
El perfil de los narcos colombianos ha mutado a diferencia del ostentoso y hasta excéntrico mexicano. No se movilizan en los mejores autos. No viven en mansiones, ni tienen zoológicos de animales exóticos. Tampoco visten con joyas de oro. Se mimetizan entre la sociedad.
Las familias y cercanos de los capos estudiaron. Tienen conocimientos que les permiten burlar el sistema financiero y las leyes para poder blanquear activos. Poseen mejores recursos tecnológicos, con los que pueden vigilar los cargamentos vía satélite.
Se hacen pasar por altos ejecutivos, empresarios exitosos, ganaderos, constructores...
Insight Crime analizó el perfil del capo de Colombia contemporáneo y advirtió que existen dos tipos de narcos 'invisibles', uno que lleva años en el negocio, y otros son los hijos de estos, que nacieron en el negocio y se mueven en empresas legalmente constituidas donde lavan el dinero. Y que, gracias a la estructura explicada anteriormente, dependen casi exclusivamente de la tercerización. Lo único que manejan directamente son las rutas, que es la base de las organizaciones, y las relaciones con los clientes.
Los 'invisibles' del narco de Colombia se fueron de Veracruz sin ser perseguidos, indagados o siquiera 'molestado' por nadie. Tampoco dejaron los miles de empleos que se estimó contribuirían a generar en la entidad. "Prácticamente dejaron, abandonaron el ingenio sin mayor explicación. Se marcharon del país y no hubo nunca, obviamente, una investigación ni local ni a nivel federal. El ingenio San Gabriel quedó parado", expuso Ricardo Ravelo a Imagen del Golfo.
AZÚCAR SANGRIENTA
La agroindustria azucarera en Veracruz ha atraído las ambiciones de grupos criminales. Recientemente, ha sido gravemente infiltrado por el Cártel Jalisco Nueva Generación, expuso a Imagen del Golfo Ricardo Ravelo.
Altos funcionarios de Veracruz ya han sido alertados por dirigentes cañeros que se han atrevido a desafiar al cártel y denunciar a sus presuntos operadores en el ingenio San Cristóbal, en el municipio de Carlos A. Carrillo, Veracruz, aseveró Ricardo Ravelo.
III PARTE, JUEVES
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