Alicia, la defensora de las mujeres popolucas, terminó siendo víctima de feminicidio

Alicia Rodríguez Rodríguez supo desde los 13 años, lo que es estar sometida a un hombre con la que se casó conforme a los usos y costumbres de este municipio indígena.

Paradójicamente, Alicia fue en el periodo del gobierno municipal pasado, la defensora de las mujeres, era la encargada dentro del Instituto municipal de la mujer, la que les traducía del español al popoluca y viceversa, sin saber que sería asesinada por tratar de salir del mundo de violencia en que estuvo viviendo desde hace dos décadas, periodo en que duró su matrimonio con Julián, el ahora prófugo por homicidio.

Alicia tenia 35 años de edad y se casó a los 13 años, tuvo tres hijos, actualmente tienen 21, 17 y 12 años de edad, la ultima, una niña que acaba de concluir la primaria y en el evento, estuvo la ahora víctima de feminicidio.

Ambos vivían en Ocozotepec, congregación de Soteapan y apenas el mes pasado, ella logró salir de su domicilio matrimonial tras ser corrida por su marido. Se fue entonces a refugiar con su madre, Sofía Rodríguez. 

Aun así, ella quiso darle una oportunidad y a través de los servicios  del DIF, la pareja debía someterse a una terapia de pareja, pero El salió molesto, acusando no estar loco para seguir con el tratamiento. Ella quiso que El cambiara pero no lo hizo, por lo que salieron separados del psicólogo. 

Al salir, ella tomó un moto taxi y en el camino fue interceptada por su marido, quien luego de discutir le cumplió una amenaza que le había hecho en repetidas ocasiones, la mató de dos disparos en el cuerpo y luego, cobardemente huyó en un vehículo suyo que más adelante abandonó, tras chocar contra otra unidad.

La niña de 12 años se ha quedado en la casa del padre, porque solo corrieron a la madre, quien ahora está muerta. La menor quedará en manos de los abuelos paternos, porque así lo dispuso el asesino.

Julián, el autor de este feminicidio, aun no ha sido capturdo. Desde el lunes en que cometió el crimen, huyó de Soteapan rumbo a la sierra, dicen.

Las autoridades ministeriales lo buscan, piden información que pudiera determinar su escondite y tienen la seguridad de que pronto caerá preso.