"Esmeralda vive, vive; la lucha sigue y sigue", forma parte de las consignas con las que desde hace 16 años José Luis Castillo Carreón recorre el país en busca de su hija desaparecida en Ciudad Juárez, a los 14 años de edad.
El juarense lamentó que las autoridades siguen sin dar respuestas sobre el paradero de Esmeralda Castillón Rincón, quien el 19 de mayo de 2009 salió de su casa, ubicada en la colonia Postal, al norponiente de Juárez, para ir a la Segundaria Técnica 79 en la colonia Cementera, pero nunca regresó.
Con una lona rosa en forma de mandil en el que lleva plasmado el rostro de Esmeralda, bajo la leyenda "No me olviden, falto yo", durante los últimos años el padre ha adoptado también la diamantina rosa como una forma de protesta, pero también de esperanza de reencontrarse con su hija.
En medio del dolor, la lucha y la exigencia, en las marchas el juarense avienta puños de diamantina a niñas, adolescentes y mujeres como un símbolo de solidaridad y esperanza, por lo que en la capital del país han reconocido el caso de Esmeralda como el de "la niña de la diamantina".
Durante las últimas horas, en redes sociales ha trascendido que el señor José Luis, podría ser llamado a reconocer la mochila descrita en la ficha de búsqueda, ya que la mochila que Esmeralda llevaba al momento de desaparecer en 2009, habría aparecido en el rancho Izaguirre, en la que hace una semana colectivos hicieron el espeluznante hallazgo de crematorios clandestinos.
El caso de sucedido en Teuchitlán, Jalisco, ha consternado no solo a nivel nacional, también en el extranjero, ya que en este lugar fueron localizadas miles de prendas, zapatos, mochilas, entre otras pertenencias y restos de personas que han desaparecido en los últimos años.
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