En esta temporada de muy altas temperaturas y de elevada exposición al sol la población está en riesgo de sufrir un golpe de calor, por lo que debe identificarlo y saber cómo prevenirlo y cómo reaccionar si le llega.
El Instituto Nacional de Salud Pública explica que el golpe de calor es un cuadro médico que se presenta cuando la temperatura corporal se eleva por encima de 39.4 grados centígrados.
Otras definiciones señalan que se produce cuando el cuerpo no puede perder calor con suficiente rapidez en situaciones de calor extremo.
Generalmente se produce por exposición prolongada al sol y la temperatura del cuerpo aumenta con tal rapidez, que es imposible bajarla, y la vida del paciente se pone en riesgo si hay daños en el cerebro y en otros órganos vitales.
Los especiales señalan que el golpe de calor puede producirse sin que el afectado haya tenido previamente alguna otra afectación previa relacionada con el calor.
Hasta la persona más sana se encuentra expuesta y puede sufrir un golpe de calor si no toma previsiones al caminar a la intemperie, en horas de calor más intenso y sin protegerse de los rayos directos del sol.
Sensación de debilidad, dolor de cabeza y mareos (incluso pérdida de conciencia), aceleramiento de los latidos del corazón (palpitaciones), orinar poco, sequedad y enrojecimiento de la piel, ausencia de sudor e hiperventilación son los principales síntomas y signos de alarma de un golpe de calor.
Si sospechamos que podemos estar sufriéndolo o que le está sucediendo a alguien de nuestro entorno, debemos seguir estas pautas:
Se mantendrán las altas temperaturas en los próximos días, con sensaciones térmicas por arriba de los 40 grados centígrados, en llanuras y costas.
Habrá evento de surada en las regiones típicas, con probabilidad de tormentas en regiones de montaña en horas de la tarde.
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