El mercado mexicano de productos alimenticios ofrece una amplia variedad de jamones, pero no todos cumplen con las normativas vigentes en cuanto a los porcentajes de carne y grasa anunciados en sus etiquetas.
Un reciente estudio del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, dependiente de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), reveló que algunas marcas de jamón no cumplen con los estándares establecidos, aunque también identificó productos que sí respetan las normas de calidad y etiquetado.
El estudio analizó diversas marcas de jamón clasificadas en categorías como Extrafino, Fino, Preferente, Comercial y Económico.
De acuerdo con la Revista del Consumidor, en su edición número 522, tres marcas destacaron por cumplir con los estándares y fueron recomendadas para el consumo.
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