En los Juegos Paralímpicos de París 2024, José Arnulfo Castorena volvió a entonar el Himno Nacional Mexicano en el Centro Acuático de Paris. En la final de natación categoría SB2 ganó el oro y subió a lo mas alto del podio por cuarta ocasión en lo que va de su carrera como atleta de deporte adaptado.
Arnulfo Castorena defendió su campeonato olímpico de Tokio 2020 y rectificó que está viviendo un gran momento como atleta paralímpico, a sus 46 años de edad ya acumula un total de siete medallas en Juegos Paralímpicos.
Sin embargo, su éxito tiene detrás una gran historia de superación personal y ambición de ser “el número uno”, según describió el propio José Arnulfo. Infobae México tuvo la oportunidad de conocer más detalles de la carrera del Tritón, tras colgarse el oro ofreció una conferencia de prensa organizada por el Comité Paralímpico Mexicano.
Arnulfo Castorena nació en Guadalajara y afrontó la adversidad desde su nacimiento, pues su madre falleció durante el parto y su padre lo abandono cuando supo que había nacido con algunas malformaciones en sus piernas y un brazo.
Su abuela materna doña Todosia se encargó de él y lo llamó cariñosamente ‘Cocoliso’ como el recordado personaje de Popeye. Ninguna escuela en Guadalajara lo aceptó por su discapacidad, y un internado en Ciudad de México fue donde se formó y aprendió a leer y escribir. En este lugar, con el cuidado de monjas, recibiría prótesis y descubriría su pasión por el deporte.
Un día, una de las monjas apodada ‘Sorchiva’ por su afición al Rebaño Sagrado llevó a un grupo de pequeños a la piscina. Arnulfo, lejos de tener miedo, se arrojó al agua y lograba flotar con sólo un brazo. Hasta se animaba a tirarse del trampolín más alto sin miedo.
Tiempo después, las monjas le dieron la dura noticia de que su querida abuela había fallecido. Después pasó un tiempo con su tía Consuelo, que enfermó y debió subsistir solo. Vendió chicles y lavó parabrisas para ahorrar y comprar un viejo patín a su vecino ya que las prótesis le quedaban pequeñas.
Ya mayor de edad, un directivo del Consejo Estatal Deportivo de Jalisco (Code) lo descubrió y lo invitó a entrenar en las instalaciones de este organismo, aunque después le fue exigida una cuota, misma que no pudo cubrir, por lo que entrenó en solitario en distintas fuentes de Guadalajara.
En una ocasión, mientras practicaba en una de esas fuentes, un niño cayó en aguas negras y Arnulof Castorena lo rescató.
A la fecha, Arnulfo Castorena le ha dado a México siete medallas en Juegos Paralímpicos y, contando la de Paris 2024, suma cuatro oros, siempre en la misma prueba de los 50m pecho SB2, donde también se coronó en Sydney 2000, Atenas 2004 y Tokyo 2020.
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