El Gobierno de Japón anunció este viernes 13 de enero, que verter al mar el agua contaminada, la cual se acumula en la central nuclear de Fukushima, se llevará a cabo entre primavera y el verano, a pesar de la oposición de los grupos pescadores locales.
El plan fue respaldado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero el gobierno nipón esperará “un informe amplio” de la ONU antes de expulsar el agua, le expresó a un grupo periodistas el secretario del gabinete, Hirokazu Matsuno.
Las autoridades niponas explicaron que hay “esfuerzos para fomentar la comprensión” con los residentes locales, ya que esta decisión levantó críticas, sobre todo entre los pescadores de la región por el posible impacto en sus economías.
Tomoaki consideró que la comunidad local necesita “explicaciones detalladas y cuidadosas”, ya que se “enfrentan a diversas inquietudes” ante la “falta de comprensión”.
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