Tras 38 años, Ecologista Universal cede su cruz a su nieto

Luego de 38 años de activismo, el Ecologista Universal cedió su cruz al Ecologista Universal Jr., quien a partir de ahora realizará el viacrucis con el cual busca visibilizar el riesgo que representa la Planta Nucleoeléctrica de Laguna Verde.

El hombre de 69 años descartó que esta sea la última ocasión que realice el recorrido de más de cien kilómetros, que tiene como destino las instalaciones de la planta nucleoeléctrica.

Sin embargo, afirmó que llegó el momento de ceder la batuta a su nieto, con quien este lunes inició el trayecto de cinco días, partiendo de la Catedral de Xalapa.

"Tenemos que respetar nuestros años y toda esa vida que hemos llevado, pero vamos a continuar luchando", dijo el Ecologista, quien aseguró que su nieto ya conoce el recorrido.

• Foto: Carol Suárez

El Ecologista recordó que seguirá siendo portavoz de los pobladores que viven de forma insegura por la falta de rutas de evacuación adecuadas.

Además de que continuará insistiendo para que las autoridades den a conocer el destino de los desechos radioactivos que producen los reactores, de los cuales uno ya habría agotado su vida útil.

Continuará la lucha

Por su parte, el Ecologista Universal Jr. consideró importante que la sociedad no pierda de vista la lucha emprendida por su abuelo, por lo que dijo que seguirá demandando el cierre de la planta.

"Mi demanda es que la planta se cierre definitivamente, porque no creo que las autoridades que están allá arriba sentadas en sus escritorios sepan la verdad de los pueblos que están alrededor y de las salidas de emergencia", dijo.

"Las casetas que están para alguna catástrofe enorme están completamente cerradas y abandonadas; no creo que sepan la verdad de la sequía de la laguna del Farallón ni de las minas que se están acabando nuestros recursos naturales", agregó el joven de 22 años.

El Ecologista Universal Jr. también dijo confiar en que su activismo llegará a las nuevas generaciones, las cuales, al igual que sus antecesores, están en riesgo de padecer cáncer o malformaciones congénitas, enfermedades que desarrollaron como consecuencia de la contaminación provocada por la nucleoeléctrica.