Además del duelo, de sentir la pérdida y la ausencia, las familias y amistades de periodistas asesinados en Veracruz han tenido que lidiar con la criminalización.
Han sido años, una década de dolor, impotencia, incertidumbre y miedo, y de exigir el esclarecimiento de los asesinatos.
La Plaza Lerdo de Xalapa, nombrada también Plaza Regina -precisamente en honor a la periodista Regina Martínez, asesinada en Xalapa el 28 de abril de 2012-, lució de nueva cuenta como un altar. Una veintena de fotografías de hombres y mujeres, con veladoras al frente y, en medio, un cartel: "Prensa, no disparen".
-¿Quiénes son todas esas personas?-, pregunta la gente que se acerca a la plaza en el corazón de Xalapa. Se trata de los periodistas asesinados en el estado de Veracruz, la mayoría durante el sexenio de Javier Duarte.
El pasado 28 de abril se cumplieron 10 años del asesinato de Regina Martínez, recordada como una periodista honesta, valiente, que dio voz a diversas causas de la sociedad civil. A los pocos días de que Regina fue asesinada en Xalapa, la prensa se vio sacudida nuevamente con el asesinato de Gabriel Huge y Guillermo Luna, por quienes hoy se llamó a las autoridades estatales a no dejar encarpetado el caso, sino a que se esclarezca.
Y es que no ha habido avances en las investigaciones, todo se quedó en el archivo; en cambio, se les criminalizó para pretender "justificar" su muerte, y esa criminalización también la han padecido sus familias, explicaron ante la prensa.
En medio de la plaza y con micrófono, narraron el dolor vivido al perder a sus seres amados, comunicadores a quienes se les arrebató la vida.
A la mamá de Guillermo no le gustaba que ejerciera el periodismo por lo peligroso del oficio, "porque si sonaba el teléfono en la madrugada y había algún accidente o algo, salía corriendo", relata.
"Ha sido difícil, bastante difícil. Él era mi orgullo, me quitaron todo. Todo está estancado, nada informan de la investigación, nada (...) Ya son años", expresó la señora Mercedes, madre de Guillermo Luna.
Las víctimas han sido revictimizadas, al ser criminalizadas y al no aclararse los crímenes; "no nos han dado opción a defendernos, y en las carpetas lo vemos. Hemos tenido que pasar experiencia mala, y los han revictimizado y criminalizado a los familiares (...) Han pasado tantos años, han pasado tantos días y las carpetas siguen iguales (...) Quiero pedir una disculpa por no acudir a los sepelios -de periodistas-, pero no acudimos por miedo, por no saber qué hacer.
“Son diez-once años, y tuve que ver pasar tantas muertes de periodistas, de amigos, de conocidos. Nos han revictimizado y nos han hecho sentir alejados (...) Me han hecho sentir criminalizada al decirme que mi familiar estaba dentro del crimen organizado", compartió Jazmín, hija de Miguel Ángel "Milo" López, al relatar la criminalización, miedo y dolor que han vivido los familiares.
Pero además, las familias de las y los periodistas asesinados han tenido que enfrentarse a otra realidad: la pérdida del apoyo económico que daban a las y los comunicadores, sobre todo en los casos de quienes tienen hijos o padres a quienes ayudaban económicamente.
La exigencia es que las autoridades de justicia "hagan su trabajo, que no nada más hagan declaraciones a los medios de comunicación, sin presentarse ante la autoridad", que se esclarezcan los asesinatos de las y los periodistas en el estado de Veracruz, para quienes este 3 de mayo se encendió luz ante sus fotografías, en medio de abrazos entre familias.
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