Amor por su trabajo y profesionalismo caracterizan al doctor Víctor Hugo Cabrera García, médico oncólogo pediatra del Hospital General Regional de Orizaba (HGRO).
Para Víctor Hugo, su trabajo no es nada sencillo, porque más allá de brindar una atención médica, otorga apoyo emocional para que los paciente y sus familiares no sientan tanto estrés al estar en un hospital.
‘’Para mí es difícil no vincularme con mis niños, ya que trato con ellos, semanas, meses e incluso años, me vuelvo su confidente, su amigo y los veo día a día desarrollarse’’, explicó Cabrera García.
El doctor relató que su motivación de cada día es poder darle a los niños una infancia lo más normal posible, ya que una vez diagnosticados con cáncer, son muchas las restricciones en alimentos, juegos y convivencia.
‘’De alguna forma los niños no dejan de ser niños, y yo estoy aquí para ayudarlos, es mi sentido de vocación, de buscar que estén lo más confortables posible’’, afirmó el especialista.
Además del gran trato humano, el doctor Cabrera siempre busca sacarles sonrisas a todos sus pacientes que pasan momentos difíciles, por lo que algunas veces llega al hospital caracterizado de diversos personajes, quienes, está seguro, ayudan a una mejor convivencia.
‘’Me gusta disfrazarme y hacer que mis niños olviden por un momento la situación que están pasando, estaré para ellos cuando me necesiten’’, comentó el médico.
Quienes lo conocen y han tenido la oportunidad de trabajar a su lado saben que para el doctor Víctor Hugo lo primero es la atención con sus pacientes, sin importar la hora o el día.
La enfermera auxiliar del HGRO, Claudia Leticia Wong Godínez, quien ha visto muy de cerca su trabajo, narra que el especialista es una persona de grandes sentimientos, siempre dispuesto a ayudar a todos los niños.
‘’Trabaja cuando el paciente lo amerite, siempre brinda las mejores atenciones y sobre todo tiene un gran corazón. Estamos agradecidas por tenerlo en este hospital’’, expresó la enfermera Wong Godínez.
De igual manera, Samanta Sierra Cruz, residente del segundo año de Medicina Familiar, afirmó que más allá de aprender la teoría, siempre le enseña a todos los residentes a tratar a cada niño con cariño y paciencia.
‘’Él no es como muchos doctores, más allá de tratar una enfermedad trata a un paciente, a un niño que la está pasando mal, y le da las herramientas necesarias para que su lucha no sea en vano. Estoy muy agradecida por lo aprendido’’, puntualizó Sierra Cruz.
Por otra parte, Leilani ’’N’’ de apenas 5 años, paciente del doctor Cabrera le agradece todas sus atenciones: ’’gracias mi doctor, lo quiero mucho’’, expresó la menor.
El trabajo del doctor Víctor Hugo ha quedado grabado en los corazones de compañeros y pacientes, quienes reconocen la gran labor de su día a día.
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