Otra académica se sumó a la lista de expertos que no están de acuerdo con la poda extrema que realiza en Ayuntamiento de Xalapa
Se trata de Laura Ruelas Monjardín, profesora e investigadora Nacional del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa, quien recomendó detener dicha práctica.
Sostuvo que los árboles representan la mejor alternativa para reducir el impacto de las variaciones térmicas, refrescando el ambiente y transpirando vapor de agua.
En un manifiesto donde señala que a pesar de las más de 3 mil firmas en la plataforma Change.org para detener la poda, critica que el ayuntamiento que encabeza Ricardo Ahued Bardahuil no ha escuchado el sentir de los ciudadanos.
Ruelas Monjardín destaca que Xalapa, conocida como “ciudad de las flores”, pese a contar con un clima amigable y una precipitación importante:
“Los que habitamos sus alrededores, cada vez somos testigos de la pérdida de estos servicios ambientales”.
“El episodio más reciente tiene que ver con la campaña de podas del arbolado urbano que ha emprendido el ayuntamiento municipal. A pesar de que existe una petición en la plataforma de change.org, con 3080 firmas al día de hoy, las acciones de poda continúan”.
Señaló la necesidad de replantear esta práctica, entre otros motivos porque en 1980 el crecimiento urbano de Xalapa se daba primordialmente sobre aquellas corrientes de agua que se formaban en épocas de lluvia.
Sin embargo, para 2013, ya no sólo se extendió sobre las corrientes temporales, sino que se hizo hacia las que fluyen de manera permanente, lo que quiere decir que se cubrieron aproximadamente 3.73 kilómetros de fuentes de agua.
“Este crecimiento desordenado también se dio sobre los manantiales que surtían de agua a la población de Xalapa hasta las primeras décadas del siglo XIX. De estos manantiales: Tecajetes, Chorro de San Pedro, Chorro Poblano, Techacapa y Xallitic, sólo el Techacapa está considerado como una fuente actual de agua para Xalapa, con 5 litros por segundo. El resto de los manantiales, o han sido engullidos por la mancha urbana, o la calidad del agua ha sido tan deteriorada que ya no es apta para uso humano”, destaca.
Agrega que la ciudad tiene una “precipitación envidiable” de mil 454 milímetros anuales; sin embargo, esa precipitación no se capta si cada vez más existen superficies impermeables, es decir, superficies pavimentas.
La profesora señala igualmente que en el año 1980 la ciudad de Xalapa ocupaba aproximadamente el 19.61 por ciento del territorio municipal.
Pero 30 años después, en 2013, Xalapa duplicó su extensión territorial, hasta cubrir una superficie de 54.25 kilómetros cuadrados, lo cual representa el 43.53 por ciento del territorio municipal, casi la mitad del mismo.
“La compactación, tiene impactos devastadores, puesto que conllevan a la disminución de la capacidad de retención, almacenamiento e infiltración de agua, y son resultado del cambio uso de la tierra”, enfatizó.
Por ello, hizo un llamado al presidente Ricardo Ahued Bardahuil, a quien recordó que en su campaña por la presidencia municipal mostró disposición a escuchar a la ciudadanía “para que Xalapa sea un espacio más vivible, amigable con el ambiente y para que recuperemos el eslogan de ‘ciudad de las flores’”, reiteró.
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